
En el mundo de los condimentos, puedes elegir simples elementos que tienes en tu alacena y le pueden dar un giro a los platillos más sencillos con el quinto sabor: umami.
También te puede interesar: 5 salsas italianas que puedes hacer fácilmente
Mostaza
Según un artículo del New Yorker, la mostaza regular no es tan umami como la Dijon o alguna otra más condimentada. Sin embargo esta sí aporta algo que otros condimentos no, es ese pequeño kick atrás de la lengua que predomina, pero que no es ni dulce, ni salado, ni amargo o ácido. Simplemente es umami. La mostaza es ese toque realza unas papas al horno, un pollo rostizado cubierto con mayonesa y mostaza o tus champiñones cocidos al sartén.

Tahini condimentado
En algunos lugares de Asia el tahini y el miso se complementan para hacer salsas más complejas. El tahini resalta el umami en cualquier platillo tanto asiático como de Medio Oriente. Lo puedes mezclar en caldos de pescado muy concentrados o incluso en un tepanyaki de res. El sabor cambia totalmente. Es un sabor casi mantequilloso.

Salsa de pescado
La salsa de pescado está fermentada y ese funky hace que el umami se desplace por todo el paladar. La salsa de pescado queda genial en noodles, arroz frito o en sopas pesadas.

También puedes leer: Aprende a hacer las famosas tostadas de atún de Gabriela Cámara, chef del Contramar
Miso
El miso es uno de los reyes del umami debido a su complejo sabor. Queda en todo: en ganache, crema pastelera, pan, ramen, adobos y una amplia variedad de platillos asiáticos. ¿Nuestro combo favorito? en helado de vainilla.

Cátsup
Sorprendentemente la cátsup aporta un gran sabor umami a muchas preparaciones que no necesariamente son comida rápida. Un poco de cátsup orgánica queda fenomenal en el pastel de carne, pollo o simplemente como complemento a sándwiches y aderezos.

Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest / Youtube