Cómo preparar chayote sin morir de aburrimiento

Ponerlo en una charola y cubrirlo de mantequilla, queso manchego y pan molido será tu nueva botana favorita.
chayote

El chayote es una de las frutas más versátiles que hay pero a la que solemos subestimar. Se puede comer en sopa, ensalada, guisos y solo. Se consume en lugares como Asia, África, India, Australia y obviamente México. Aquí te contamos cómo prepararlo, sin caer en lugares comunes.

Aunque por lo general suele ser una fruta catalogada como aburrida, en realidad tiene mucho potencial y la puedes aprovechar para muchas preparaciones.

Chayote hervido

Aunque es muy común hervirlo para que tenga una consistencia suave, puedes hacer algo más que cortarlo en cubos y servirlo como guarnición. Prepáralo con elote y jitomate, agrégalo a un picadillo, o júntalo con los huevos revueltos. También puedes capearlo y rellenarlo de queso, solo recuerda secarlo muy bien antes de freírlo.

Chayote horneado

Horneado queda muy bien si lo cortas a la mitad y lo rellenas de carne, queso parmesano y lo bañas con salsa bechamel. Si buscas algo más ligero prueba hornearlo en una cacerola con queso panela, rajas de poblano, jitomate y maíz cacahuazintle.

También le puedes dar un giro monchoso y cortarlo en tiras, ponerlo en una charola y cubrirlo de mantequilla, queso manchego y pan molido. Es una buena opción de botana.

En sopa

Nunca sobra en platos como un mole de olla, en un caldo de oso (una sopa con trozos de pescado típica de Chihuahua), una sopa de verduras o en un caldo tlalpeño . También lo puedes cocer y moler para una crema con queso panela y trozos de tocino frito.

Chayote crudo

Es poco común comerlo crudo, pero no imposible. Para jugo o en ensalada bien limpio y sin espinas a la vista, le da un crunch extra. Eso sí, córtalo en rebanadas delgadas para que sea placentero al paladar. Puedes acompañarlo con jitomates riñón cortados en cubos, aceite de oliva, sal, zataar y un poco de queso de rancho o queso feta.