Mi nueva obsesión: bagels para el desayuno

Las opciones de toppings son tan variadas como tú quieras.
bagels

Hoy recordamos con nostalgia y con antojo aquellos brunch o desayunos neoyorkinos en Sadelle’s o en Zaftigs en Boston, en donde podíamos comer una gran cantidad de bagels y salmón ahumado sin remordimiento. Para remediar el hecho de que no podemos viajar (aún), decidimos hacer una pequeña selección con los must de un buen festín de bagels y variados toppings que nos recuerdan a aquellos legendarios panes hervidos con o sin ajonjolí.

Para el pan

El bagel no debe ser ni chicloso, ni seco. Es un balance de suavidad, elasticidad y esponjosidad. Los hay de muchas marcas y algunas panaderías y tiendas kosher de la ciudad que los ofrecen. Sin embargo, unos muy buenos son los que venden los sábados en el Super Cope, o bien si estás en el supermercado, los mini de New York Deli & Bagel, son una buena opción para tostar. De igual manera, los Kirkland de Costco saben bien y se pueden congelar hasta por un mes.

Bagel relleno/ Pixabay

Para los toppings

Mi amor por los bagels, viene de mi mamá, quien siempre los compraba para el desayuno el fin de semana y los acompañaba con crema ácida o en su defecto queso crema, salmón ahumado y cebollín.

Antes no era tan fácil encontrar sour cream en la ciudad, pero recientemente en una ida a City Market descubrí que vendían uno de la marca Fage. Si no eres fanático de la crema ácida, puedes sustituirlo por queso crema Chilchota que es más cremoso que otras marcas.

Para los topping hay muchas opciones, como: trucha ahumada, arenque, jitomates rebanados, huevo revuelto con mantequila y queso derretido, pastrami, ensalada de atún o pepinillos frescos y eneldo. La posibilidades son infinitas. Tú decides.

Si tienes un diente dulce, puedes mezclar un poco de blueberries con queso crema y batirlos con 1 cucharada de azúcar o miel de abeja pura, esta combinación es ideal para acompañar tu bagel con una taza de café.