Los enlatados son alimentos que tienen una vida larga en los estantes y en las alacenas, son prácticos de utilizar. Aquí algunas formas de sacarle todo el provecho a tus enlatados, desde los más salados, hasta los dulces.
Anchoas en salsas de jitomate
Este es uno de los enlatados más versátiles. Lo puedes utilizar para sazonar una salsa de jitomate para pasta. Una vez que hayas hervido y molido tus jitomates con un poco de sal, resérvalos en una bowl aparte. Luego en una olla coloca una cucharada de aceite de oliva y una de mantequilla, sofríe cebolla en cubos. Después añade los jitomates, orégano, 1 chile seco, una pizca de sal, pimienta y las anchoas. Deja que hierva todo y prueba, si es necesario sazona con más orégano. La salsa se puede utilizar para pastas, pizzas y lasaña.
Dip de ostiones ahumados con pan tostado
Seamos honestos siempre que hay ostiones enlatados, lo más común es ponerlos en un plato y pincharlos con palillos. Ve un paso más allá y pon a tostar pan en el horno con un brochazo de aceite de oliva y sal y retira hasta que estén dorados. Por otro lado, en un bowl tritura los ostiones con 2 cucharadas de aceite de olivo, 1 taza de queso crema, gotitas de salsa Tabasco y salsa inglesa, sal y pimienta al gusto, un poco de perejil lavado y picado finamente y revuelve bien. El dip quedará genial con el pan tostado.
Sardinas en taquitos
Las sardinas, probablemente son de los enlatados más comunes que hay en el supermercado y seguro tienes una lata en tu alacena. Hay una infinidad de preparaciones, pero a mí en particular me gustan en tacos. Calienta unas cuantas tortillas al comal o si eres muy pro al fuego directo. En un bowl aparte haz una mezcla de mayonesa con chipotle y revuelve muy bien. Después, arma tu taco así : tortilla, mayonesa con chipotle, 2 sardinas desmenuzadas, aguacate, limón, col (lavada, picada y desinfectada) y cilantro picado. Si te sientes un poco más creativo, ponle cubitos de jitomate. El resultado es sencillo pero delicioso.
Duraznos en almíbar con queso mascaporne y soletas
Este postre lo hice la Navidad pasada y es de mis favoritos. Una buena forma de aprovechar los duraznos enlatados es quitarles todo el jugo y cortarlos en rebanadas. En un bowl aparte, mezcla 1/2 litro de queso mascarpone con 1/4 taza de azúcar refinada, ralladura de naranja, trozos o chispas de chocolate amargo y 3 cucharaditas de Amaretto. Después, pon la mezcla en una manga pastelera o bien en un bolsa Ziploc (corta la punta inferior derecha) y reserva en el refrigerador. En un recipiente grande acomoda las soletas y rellena con la mezcla de mascarpone (con ayuda de la manga improvisada es más fácil), cubre con los duraznos cortados y termina con un poco de ralladura de naranja y trozos de chocolate. Guarda en el refrigerador y sirve.