Conoce el origen del miso y aprende con qué combinarlo
Juan Pablo Tavera

Originario de China pero popularizado en Japón, el miso se integró a las cocinas mundiales gracias a pujante sabor. En la cocina tradicional japonesa de los templos se empezó a utilizar para fines medicinales y posteriormente se integró al fine dining donde se utiliza en sopas, salsas y platillos complejos. En Japón existen más de 1000 productores de miso de arroz, de frijol de soya y de cebada.

Reposteros lo han incluido en postres de chocolate y helados de vainilla gracias al umami que aporta. Pero existe un condimento mundialmente conocido que sin el miso no sería igual: la salsa soya. ¿Te imaginas un noodles sin soya?

Además, los monjes budistas también lo incluyeron en sus monasterios en forma de sopa. La sopa miso también era tomada por los samurais, ya que se consideraba una valiosa fuente de proteínas y era muy fácil de transportar. La pasta empezó a ser muy popular para viajar.

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Pero no fue hasta 1800 en Japón que la producción popular del mismo tuvo un boom. Muchos locales la empezaron a utilizar y posteriormente los barriles se popularizaron en las familias volviendo al miso en un condimento común de las alacenas asiáticas. Tiempo después, en los años 80 el miso se empezó a ver en frascos de vidrio los cuales se podían refrigerar con facilidad.

Lo podemos utilizar en muchas recetas dulces o saladas, da click aquí para una receta con miso y que comiences a integrarlo a tu cocina.