Por qué una caja de chocolates nos hace tan felices

“Mi mamá me dijo: la vida es una caja de chocolates, nunca sabes qué te va a tocar” - Forrest Gump

julio 7, 2023

Por qué una caja de chocolates nos hace tan felices

Foto: Juan Pablo Tavera

Para hablar de la caja de chocolates como la conocemos ahora, es necesario contar un poco del origen de todo. Según el escritor Harold McGee, los indígenas utilizaban el cacao para hacer una bebida espumosa, que los españoles llegados a México definían como “exótica”.

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El cacao se cultivaba en la península de Yucatán –y algunos lugares de Centroamérica– y se lo vendían a los aztecas, que lo tostaban y molían para convertirlo en su bebida ritual. Era tan importante que incluso se consideraba como moneda de cambio. Los españoles lo introdujeron en Europa en el siglo XVI y con ello vinieron una serie de cambios —agregaron leche, azúcar y algunas especias— que convirtieron al cacao en lo que ahora conocemos como chocolate. Durante el reinado de Luis XVI, el chocolate era considerado un producto de lujo y se servía durante las extravagantes fiestas de Versalles.

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Foto: Unsplash

El holandés Conrad Van Houten fue uno de los pioneros del cacao en polvo y la prensa de manteca de cacao. Esto después se convirtió en los redondos y perfectos bombones que vemos hoy en las cajas de chocolate. En 1828 las brillosas mezclas de chocolate sólido ya se hacían presentes en las chocolaterías de Holanda e Inglaterra.

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¿De dónde vienen las cajas de chocolate?

Aunque no hay un registro oficial, la popularización y creación de las cajas de chocolate se le atribuyen a Richard Cadbury en Inglaterra, quien comenzó a venderlas en esta presentación para subir las ventas durante los festejos de San Valentín. Actualmente se venden alrededor más de 36 millones de cajas de chocolate en esta fecha.

San Valentín
PxHere

¿Por qué son tan reconfortantes?

La física especializada en medicina, Katya Vázquez, explica que el chocolate en esas coloridas cajas –y en todas sus formas– nos hace sentir bien porque libera serotonina: la hormona de la felicidad. Si abrir una caja de chocolate te emociona, el sentimiento es real. Además, también hay mucho placer en descubrir las variantes de una caja: los hay de rellenos crujientes o untuosos con caramelo.

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Para acompañar

1. Vinos tintos: Pruébalos con chocolate amargo o con frutos rojos, como cereza.  

2. Vinos espumosos: Resaltan las notas frutales y la textura untuosa de un chocolate.

3. Vinos dulces: Pruébalos para resaltar el dulzor del chocolate.

Arma tu propia caja

Hay millones de bombones de chocolate que puedes poner en una caja, pero uno de los más sencillos y de felicidad inmediata son las trufas. Aquí la receta.

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