
Los insectos han sido parte de nuestra dieta desde tiempos prehispánicos. En México comemos chapulines, escamoles, hormigas chicatanas, gusanos de maguey, chinches y chinicuiles, entre otros.
Son ricos en proteína y su sabor y textura añaden un toque diferente a los platillos cotidianos, por ejemplo, en el guacamole o los tacos.
¿Cómo combinar los insectos?
Chapulines
Los chapulines son los más conocidos, puedes aprovecharlos en casi todo: tostadas, taquitos, salsas e incluso si te sientes más aventurero en crema de jitomate o de frijol. Añade un puñito de chapulines tostados a tu platillo, en el caso de las cremas o sopas corona con un poco de queso fresco y más chapulines para tener textura.
Chicatanas
Las chicatanas las puedes encontrar en los mercados de Oaxaca. En el Benito Juárez las puedes encontrar en el pasillo principal que sale a la calle, a un costado del Mercado 20 de noviembre. En la CDMX una buena opción es buscarlas en el mercado de San Juan. Estos insectos quedan increíbles en una salsa martajada, en una tortilla hecha a mano o en costilla frita con salsa, como taco placero. También los puedes usar para rellenar unos tamalitos con mole o salsa roja.
Chinicuiles
Estos pequeños insectos quedan muy bien en sopes fritos con manteca o asados en un salsa picosa con chile mixe cocida, acompañada de totopos.
Acociles
Los acociles parecen pequeños camarones de color rojo intenso, quedan muy bien en ensaladas o en caldos concentrados con papa y zanahoria. Aunque frescos encima de una tostada, con unas gotas de limón y salsa bruja, también quedan perfectos.