Buscan incrementar IEPS en refrescos y prohibir venta de comida “chatarra” en escuelas

El senador Salomón Jara Cruz, de Morena, promovió este martes una iniciativa para aumentar a 5 pesos el litro y un 25% a los alimentos con alta densidad calórica.
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Este año es, sin duda, uno de los más complicados para la industria de alimentos y bebidas en México. En primer lugar por el nuevo etiquetado –que ya se puede observar en algunos productos— y en segundo, por la ley que aprobaron Oaxaca y Tabasco para prohibir la venta de productos “chatarra” a menores. Ahora, por la propuesta en el Senado de incrementar el IEPS a estos productos.

Apenas este martes el senador Salomón Jara Cruz, de la bancada de Morena, presentó una reforma para incrementar el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) en los refrescos de 1.25 a 5 pesos por litro e incrementarlo a 25% para los alimentos no básicos que contengan una alta densidad calórica.

Además, prevé establecer un impuesto específico, en vez de un impuesto ad valorem que está calculado como un porcentaje del precio o de la oferta en el mercado. En el caso de los refrescos, se estima que el mecanismo más común es contar con un impuesto calculado con base en la composición por gramos o mililitros del producto.

“Con la intención de abrir un debate hacia el futuro, propongo modificar la fórmula para los alimentos no básicos a efecto de disminuir la densidad calórica exenta de IEPS, pasando de 275 kilocalorías a 200 calorías o más por cada 100 gramos”.

Con los impuestos recaudados buscan aumentar la accesibilidad y disponibilidad de agua potable, fortalecer las políticas para promover un cambio hacia el consumo de bebidas y comida saludables, mejorar la atención a la salud y promover cambios en la agricultura e industria hacia comidas y bebidas saludables.

Sin embargo, recientemente Héctor Villalobos, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que es necesario rescatar el espíritu del IEPS siempre y cuando se sepa hacia dónde se destinan estos recursos.

“En 2014, cuando el gobierno incrementó este impuesto a los refrescos, en las exposiciones de motivos explicaba que el dinero iba a utilizarse para fondear un programa de instalaciones de bebedores, y sólo un 4% lo utilizaron para el proyecto y después desapareció”, apuntó en una conferencia de prensa.

Por su parte, la Industria Mexicana de Bebidas (Anprac) señaló que los impuestos únicamente afectan a las personas de menos recursos, pues en los últimos seis años, el 54% de las personas que lo pagan son las más pobres del país.

La Anprac señaló que en 2014, cuando se les gravó con este impuesto, los mexicanos reaccionaron al cambio de precios a corto plazo. Sin embargo, retomaron su hábito de consumo con el paso del tiempo, por lo que han comprobado que no disminuye el consumo.

Crece la presión

La presión para las empresas de alimentos y bebidas envasados transcurre al mismo tiempo que aumentan las muertes de Covid-19 relacionadas por un alto índice de personas que padecían obesidad, diabetes o hipertensión.

El virus ha cobrado la vida de 64,241 personas en México y hasta este martes había 606,036  casos confirmados y 77,129 casos sospechosos.

De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló en su Segundo Informe de Gobierno que esta emergencia sanitaria mundial ha planteado problemas muy graves para todos los países que obligarán a todos a repensar y cambiar muchas cosas.

“Además del tremendo dolor que ha causado la pandemia, ha quedado comprobado que sus efectos son más graves si padecemos de hipertensión, obesidad y diabetes. Por eso debemos cuidar nuestra alimentación y no consumir productos chatarra con excesos de azúcares, sales y químicos; por nuestra salud, debemos practicar el ejercicio y el deporte para fortalecer nuestro sistema inmune y bajar de peso”, señaló durante su discurso en Palacio Nacional.

A principios de agosto el Congreso de Oaxaca aprobó la prohibición de la venta de bebidas (jugos y refrescos) y alimentos ‘chatarra’ de niños y adolescentes a la que una semana más tarde se le uniría Tabasco, declarando formalmente una ‘guerra’ contra la industria, que podría sentar las bases para que la propuesta del morenista se lleve a cabo.

La propuesta de reforma también contempla la prohibición a la publicidad, venta, regalo, distribución o suministro de bebidas y alimentos con bajo valor nutricional y alta densidad energética, al interior de las instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior. De igual manera, la prohibición en la venta, regalo o suministro de refrescos y otras bebidas, así como alimentos con bajo valor nutricional y alta densidad energética, a personas menores de 18 años de edad.

¿Es una medida correcta?

Las medidas parecen avanzar estrepitosamente, en donde las empresas tendrán que atenerse a ellas aunque para algunos expertos pueden resultar insuficientes.

“Creo que todos los actores en el modelo de salud no hemos estado colaborando muy de cerca y tampoco hemos puesto al centro al paciente, de alguna forma hemos  trabajado en silos, cada uno de nosotros hemos visto solamente nuestra responsabilidad y si trabajamos juntos podemos llegar a más”, señaló Rafael Quintanilla, director Farma y Biológicos en Laboratorios Silanes.

La empresa tiene varios negocios, sin duda, en el farmacéutico atienden al mercado de pacientes con diabetes, en analgesia y recientemente lanzaron una unidad de negocios en el área de sistema nervioso central.

“Yo estoy viendo hoy que Oaxaca y Tabasco están limitando el acceso a cierto tipo de productos que a lo mejor tienen alto contenido calórico; sin embargo, para mí esta prohibición no creo que sea la única solución, pero creo que es concientizar y, te diría, no solamente la problemática está en México, sino en todo el mundo”, dijo en entrevista.

México enfrenta un gran reto y una gran problemática puesto que los índices de obesidad y diabetes  son los más altos en el mundo, incluyendo los niveles altos de colesterol, ya que se estima que el 20% de la población mayor de 20 años en México tiene niveles altos de colesterol, señaló Quintanilla.

Finalmente Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo que para la presentación del nuevo Paquete Económico 2021 esperan un paquete austero y con limitaciones desde el punto del vista del gasto.

“Esperamos que no haya una iniciativa como las que hemos escuchado de que en una situación económica tan desventajosa y difícil quieren venir los legisladores a buscar aumentos de impuestos, en ningún lugar del mundo se está pensado un aumento de impuestos, ojalá exista esa responsabilidad, porque una salida de ese tipo sólo provocaría una disminución y un efecto más recesivo”, puntualizó.

*Nota originalmente publicada en Forbes México.