Años atrás, la langosta era un alimento muy accesible

Algunas de ellas pueden llegar a los 100 años.

enero 23, 2020

Años atrás, la langosta era un alimento muy accesible

Foto: Pexels

Antes de que las langostas fueran parte de elegantes banquetes y protagonistas en las cartas de los restaurantes más famosos del mundo, eran la comida de los menos privilegiados que vivían en las costas de Maine.

En muchos lugares de este puerto pesquero de Nueva Inglaterra, se acumulaban tantas langostas en las piedras de la playa, que las usaban como carnada para peces más grandes o como fertilizante. En los tiempos de la colonización, las utilizaban para alimentar principalmente a prisioneros y a sirvientes. Algunos nativos sí la cocinaban, dentro de rocas y cubiertas con algas, era algo similar a lo que hoy se conoce como “clambakes”.

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La popularidad (y el gusto) por la langosta llegó en 1876, en lugares como Boston y Nueva York. Desde ese momento sus precios empezaron a subir y la costumbre de comerla elevó la demanda. Hoy en día es uno de los productos que caracterizan a Nueva Inglaterra y que tienen un precio mucho más elevado, un platillo en Legal Sea Foods (restaurante popular de mariscos en Boston), puede llegar a costar hasta $40 USD, dependiendo del precio del mercado

Por supuesto, el tamaño y tipo de langosta que sea tiene mucho que ver en el precio. Las de Maine pueden pesar 18 kilogramos y medir hasta 900 cm. ¿Dos datos curiosos? Además de nadar hacia atrás, la langosta más grande del mundo fue registrada en esa zona y tenía 100 años de edad y medía 1 metro de largo.

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