En Monte Cristo podrás probar los mejores bollos rellenos de mole

restaurante

Cerca del Cerro del Tepeyac, se encuentra Monte Cristo, un antiguo restaurante de estilo Colonial. A pesar de estar a unas cuadras del metro Indios Verdes, este lugar te transporta a un oasis en medio del caos vial y el bullicio citadino.

Dejas el coche en el valet, y lo primero que ves en una enorme casona. Al entrar, te recibe el patio central adornado de bugambilias de colores brillantes y mesas con sombrillas.

De pronto, uno se detiente a pensar: ¿estoy en la ciudad?, por un un momento no te sientes cerca de una estación de metro, ni dentro de la ciudad más grande del mundo. Realmente te desconectas de todo y puedes adentrate a comer platillos elaborados con muy buenos ingredientes y técnicas tradicionales.

Al sentarte a la mesa, se acerca el mesero ofreciendo una amplia variedad de margaritas y bebidas refrescantes, entre ellas una sangria que elaboran en un jarra con un bat de baseball, nuestra recomendación: una aparición (mezcal, tuna verde y sal de gusano). Después te ofrecen unos bollos de pulque -suaves y esponjosos– rellenos de mole y luego viene el carrito de las salsas elaboradas en molcajete, que tiene una amplia selección de chiles y condimentos, pídela a tu gusto.

De plato fuerte los imperdibles son: los buñuelos de flor de calabaza -perfectamente fritos-, la ensalada de acociles con nopal, cordero al vapor en hoja de plátano, filete a la plancha de carbón -literal un plancha antigua- y el tuétano acompañado de tortillas frescas.

De postre: el xoconostle en espejo de zapote y los buñuelos de manzana y queso, crujientes y deliciosos.

Definitivamente un restaurante que destaca por su impecable servicio y alimentos bien elaborados y de gran sabor. Sabemos que está lejos, pero vale la pena el viaje.