Con la nueva normalidad muchos restaurantes extendieron sus propuestas al desayuno o, al menos los fines de semana, al brunch. Con esta ola vino el reinado de los chilaquiles, ese plato versátil, multifacético y apapachador del que nunca tendremos suficiente.
Los totopos
La biblia del chilaquil dice que los triángulos de tortilla amarilla, azul, del día anterior deben freírse en abundante aceite vegetal o de canola. Aunque las versiones horneadas conservan la textura crujiente y son un poco más ligeras. Nuestra recomendación es freírlos antes de servir o invertir en una bolsa de totopos de calidad, como los de Maizajo.
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La salsa
Que sea verde un poco picante y ácida, que sea roja y espesa, que sea un mole rojo, poblano, oaxaqueño, que sea de frijol el mejor amigo de la masa o con un twist de chile habanero o pasilla.
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La floritura
No hay ninguna regla escrita en piedra. Lo básico: ten a la mano una cucharada de crema de rancho, jocoque o yogurt griego, cebolla, cilantro y tajadas de aguacate.
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Toppings infalibles
1. Queso fresco.
2. Queso gratinado.
3. Huevo estrallado.
4. Cecina de Yecapixtla.
5. Chorizo toluqueño.
6. Tasajo oaxaqueño.
7. Pollo deshebrado.
8. Camarones.
9. Barbacoa.
10. Carnitas