El bisquet es un pan que se come con regularidad en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Es un rápido y muy versátil. Se puede hacer dulce, salado o “neutral”. Lo puedes combinar con varios ingredientes como arándanos, chocolate, ralladura de naranja e incluso romero. Es perfecto para el desayuno o la cena con un poco de mantequilla derretida.
Aquí te presentamos una forma muy sencilla de hacerlos en casa.
- 2 tazas de harina
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 1 cucharadita de sal
- ½ taza de mantequilla en cubos
- Ralladura de naranja al gusto
- ¾ de taza de leche o buttermilk
- Batidora con gancho
Ingredientes
Utensilios
- Precalienta el horno a 180 grados.
- En un bowl de batidora integra la harina, el polvo para hornear, la sal, la mantequilla y la ralladura. Deben parecer como migajas.
- Poco a poco incorpora la leche. Una vez que esté integrada retira del bowl y coloca en una superficie plana con un poco de harina. Forma una pelota sin mover mucho.
- Con un rodillo enharinado aplana la masa hasta que esté a 2 cm. Con un cortador, corta los círculos y con lo que sobra vuelve a aplanar y a cortar.
- Coloca los bisquets en una charola con papel encerado y hornea en el horno precalentado por 20- 25 minutos hasta que inflen y estén dorados. (Dependiendo de tu horno y la altura pueden ser incluso 15 minutos, así que abusado).