Fierro, (ubicado en el número 53 de la Calle Marsella), está inspirado en los sabores norteños interpretados por la joven chef Lucía Cañas y el chef Roberto Almaguer, junto con la creatividad aplicada de Roberto de Los Santos. Juntos, hacen un recorrido por las regiones del norte, recogiendo productos como la carne asada, la machaca o el chicharrón, que combinan con técnicas y productos menos comunes como los fermentados.
Barrio Sur: una joya uruguaya en el corazón del sur de CDMX
En su menú, no muy extenso, tres platos se han convertido en favoritos de su público fiel. En primer lugar, el pollo asado norteño que preparan en salmuera y rostizan al horno con mantequilla. Se acompaña de una salsa de chile fermentado que le da un toque de acidez y picante.
La carne asada en Fierro es otro de sus platos estrella, y fue mi favorito. Se cocina la carne (mexicana) al punto perfecto, jugosa gracias a su lenta cocción y es previamente embarrada en polvo de maíz.

El arroz con chicharrón de tomate y jocoque es otra de las perdiciones del lugar.
El crudo de pescado blanco no lo llegamos a probar, pero no tardaremos en hacerlo. Lo elaboran curado con sal, azúcar y café de Chiapas, acompañado de un caldillo de tomate fermentado.
El chef José Figueroa llega con su sazón tijuanense a Zubieta
Otro must son las papas galeana con jocoque, que me llegaron a recordar a las papas arrugás de mi tierra canaria. Imprescindible compartirlas ya que, como ocurre con los demás platillos, las porciones son de lo más generosas.

Como amante del mundo vegetal no pude dejar de probar sus ensaladas. La de tomates con nuez de la India y requesón, que se antoja golosa por introducir algunos de ellos confitados; y la ensalada verde estilo Caesar con carne seca, crujiente y fresca en boca.
De postre, nos cautivaron con sus fresas con crema de coco y crumble de nuez; aunque cuentan que la capirotada con jarabe de piloncillo con jerez y una crema de quesos frescos tiene adeptos.
Yakumanka: un viaje por las cocinas peruanas de la mano de Gastón Acurio
Otro de los atractivos de Fierro es que absolutamente todas las bebidas son mexicanas. Tanto sus vinos, con interesantes referencias del centro del país como su espumoso Nicole chardonnay-pinot noir de San Luis Potosí, o el sauvignon blanc La Vista de San Miguel de Allende. Ginebras locales, whiskies y una propuesta de destilados de agave –menos conocidos, pero igual de emocionantes– como la raicilla de Jalisco, el sotol de Chihuahua, bacanora de Sonora o el pox de Chiapas, son empleados en la elegante y sabrosa mixología de Montzerrat Pérez.
El interiorismo de Fierro, cuenta con dos plantas, encontrando abajo el cóctel-bar (donde también pueden comer tranquilamente si van solos), y arriba la cocina vista. El estilo es sencillo, cálido, con iluminación tenue y tonos naturales, maderas, piedra y un homenaje al arte local, ya que en sus paredes se muestran obras de artistas emergentes de la región, lo que convierte a este nuevo restaurante en un punto de encuentro entre la gastronomía y la creatividad contemporánea.

Fierro
Calle Marsella 53, Cuauhtémoc, 06600 Cuauhtémoc, CDMX
Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest / Youtube