Aunque la del vino fue una industria que se ha visto golpeada con los cierres, y baja fluencia de hoteles, restaurantes y bares, la ventas de bebidas alcohólicas en línea se dispararon, a nivel mundial, desde marzo de 2020. Algunas agencias, como Nielsen, reportaron crecimientos de tres dígitos, un incremento del 365% en abril versus el 55% en marzo. Pero, ¿qué vinos estamos bebiendo hoy?
“Entre mayo y junio el consumo de bebidas alcohólicas se incrementó el 35% en la ciudad de México, de acuerdo a una encuesta de IAPA.”
Más blancos
La tendencia más evidente es que los consumidores buscan vinos blancos más aromáticos, frescos y con un contenido bajo de alcohol, un comportamiento que, de acuerdo a Wine Intelligence, ha beneficiado a zonas productoras que son especialistas en la producción de vinos de este perfil, como Alemania (con sus rieslings y grewustraminers), Sudáfrica (que se distingue por la producción de chenin blanc), Portugal (por sus vinos verdes, entre otras maravillas) y Grecia (una nación con al menos 300 variedades autóctonas).
Y (todavía más) rosados
Aunque hemos leído hasta el cansancio que el vino rosado es el mejor compañero del verano, su reinado no conoce de temporadas. “Esperen a ver rosados más high end” de esta tendencia, escribe Chris Mercer en Decanter. Una afirmación que gira nuestras cabezas, casi como reflejo, a los rosados de la Provence, aunque hay otras denominaciones —como Estados Unidos, Nueva Zelanda— que siguen tras sus pasos. En México, hay varios ejemplares, como el de rosé de la vinícola Bruma.
Naturales, cannabicos, etcétera
Aunque este estilo de vinos siguen siendo un tema que divide la mesa y se consideran todavía para un mercado de nicho, su exposure crece de copa en copa. Estos meses han probado también que hay apertura para para probar de todo. Los feligreses de los vinos naturales recomiendan mirar, y probar, lo que se produce en Beaujolais.
¿Qué toman los expertos?
Le preguntamos a un grupo de sommeliers e importadores de vino qué están descorchando esta cuarentena.
Paulina Vélez-Acento. “Paul et Fils rosé y Albariño de Fefiñanes”,
un rosado francés, de la región de Provence, Francia y un blanco español.
Tania Alvarado– Ferrer asociados. “Para mí sería Izadi reserva”, un tempranillo riojano.
Eneida Fuentes– Pujol. “En cuarentena probé Piel de Luna, que lo embotella Aborigen, el rosado y el tinto me sorprendieron.”
Alonso Maldonado. “Un Beaujolais Village de Karim Vionette, que es de los que importamos.”