Mariana Camarena es una diseñadora gráfica de 33 años que fundó Sandwichlab, un proyecto de sándwiches kawaii en la Ciudad de México que tomó forma en la pandemia, aunque llevaba cerca de dos años cocinándose.
La semilla nació en un viaje a Japón, del cual además de buenos recuerdos se trajo la inspiración creativa de producir el sándwich perfecto, pues se dio cuenta de que las mamás niponas son muy meticulosas con el lunch que le preparan a sus hijos. Las semanas posteriores a su regreso a la CDMX intentó conservar la magia de ese viaje por medio de la gastronomía, primero buscando restaurantes de comida japonesa y luego reelaborando algunos platillos de los que que quedó enamorada, por ejemplo el Ichigo sando, que es un sándwich de crema batida con fresas.
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Luego de intentar esta receta una vez y haber tenido un excedente de insumos, hizo algunos sándwiches más para que no se echaran a perder los ingredientes. Así fue como comenzó a jugar con sus creaciones y decidió hacer un emparedado diferente cada día. Al poco tiempo abrió una cuenta de Instagram para vertir las fotos de estas creaciones que se convirtieron en su desayuno diario.
Después una compañera del trabajo le hizo su primer pedido oficial para una fiesta de cumpleaños temática. A partir de entonces se detonaron las solicitudes de sándwiches kawaii por parte de amigos y conocidos. Y contrario a la mayoría, durante la pandemia agradeció que en su trabajo le recortaran la jornada laboral a la mitad, para dedicarse a su hobbie y nuevo proyecto el resto del tiempo.
Mariana sigue viendo a Sandwichlab como un ejercicio de diseño con distintas herramientas: comida, fondant y aderezos, aunque ahora el equipo ha crecido gracias a la demanda.
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¿Qué sabores hay?
Los salados están rellenos de tocino crujiente, salchicha asada con queso y pechuga de pavo con mantequilla. Y de los dulces es Nutella con fresas. Las tapas llevan carnes frías, queso, alga y otros ingredientes que ayudan a lograr las creaciones, mientras que las dulces se hacen con frutas, como fresa, uva y mango, y aderezos como Nutella y mermelada, aunque para los colores difíciles de recrear utiliza fondant.
¿Qué diseños pedir?
El cielo es el límite. Hay series de diseños sencillos como perros, gatos y conejos, pasando por caricaturas y anime, como Sailor Moon, Naruto, Totoro y Pokémon, o músicos como Kiss, David Bowie o The Beatles, hasta series y películas como Stranger Things y Star Wars. Aunque ya hay un menú amplio, siempre puedes hacer una petición nueva de tu sándwich kawaii favorito.
¿Cómo pedir?
Por Instagram, con entre dos y cuatro semanas de anticipación. En servicio a domicilio sólo cubren el centro de la ciudad, aunque con el take-out puedes recoger tus pedidos directamente.
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