
El pan de caja es uno de los productos más comunes del supermercado y de la vida diaria. Probablemente son incontables las veces que nos hemos hecho un sándwich para el lunch o la cena. Pero ¿te has preguntado de dónde vienen esos cuadros de pan perfecto?
En 1912 el estadounidense Otto Frederick Rohwedder, cansado de tener que cortar pan, decidió que hora de hacer algo al respecto. Así que emprendió un negocio de máquinas cortadoras de pan.
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Los planes iban viento en popa, pero en 1917 su fábrica se incendió y los planos de la máquina tuvieron que esperar 10 años para volver a realizarse. Tiempo después, la maquina rebanaba, mantenía el pan junto para conservar su forma y además empacaba. Después de varias modificaciones y comentarios por parte de algunos panaderos que estaban probando la máquina, Rohwedder decidió implementar una forma más sencilla de empacarlo, utilizó papel encerado para mantener la frescura.
Su invento era tan bueno, que causó curiosidad y la marca Chillicote Baking Company se asoció con el inventor para vender el pan de caja cortado. Tanto el pan como la máquina fueron un éxito, marcas como Wonder Bread imitaron a Rohwedder y crearon su propia máquina.
En México, fue hasta 1943 que salió a la venta el primer pan de caja de la marca mexicana Bimbo. Hacían principalmente pan blanco, tostado y pan negro. El éxito fue tan grande que hasta la fecha al pan de caja en nuestro país, también se le conoce como pan tipo bimbo.