Este es el único vino mexicano con certificación biodinámica

Producen cuatro variedades de vinos y desde el 2013 cuentan con todas sus certificaciones.
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Viñas del Sol / Bodega Santos Brujos es un proyecto biodinámico que nació en 2012 gracias a Sergio Salgado. Desde su primera cosecha se trabajó de manera orgánica con tierras certificadas.

El proyecto nace con la idea de elaborar el mejor vino mexicano, y cuando quieres elaborar el mejor vino tienes que buscar la mejor materia prima. El hecho de certificarnos orgánicos es porque sabíamos que de esa manera íbamos a conseguir un plus en calidad. Trabajando el vino orgánico, nos enteramos de los biodinámicos y vimos una posibilidad de alcanzar una calidad mayor en la uva. Ese plan nos iba a llevar mucho más tiempo y esfuerzo, por eso tomamos ese reto”, nos cuenta Luis Peciña, enólogo y director técnico de Santos Brujos.

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La filosofía que hay detrás busca guardar el origen y carácter del suelo, transmitir el clima del año y que guarde la expresión del varietal. El proyecto vino al mundo con la idea de hacer el tempranillo Santos Brujos, su vino principal y del que salen alrededor de 10,300 a 10,500 botellas por año. Este proyecto considera al campo como una unidad de producción completamente relacionada, desde el suelo, hasta los animales y la gente que se encarga del viñedo.

“Somos los únicos elaborando vino únicamente orgánico y biodinámico. Hay otros que tienen una pequeña parcela que sí es orgánica, pero no es su producción total. Sólo consiguen el logo en esa pequeña parcela”. 

Luis Peciña, enólogo y director técnico de Santos Brujos

Viñas del Sol tiene certificación orgánica desde 2012 por el California Certified Organic Farmers (CCOF), la primera agencia de certificación orgánica y asociación comercial acreditada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Desde el 2013, Santos Brujos cuenta con la certificación Demeter, cuyos principios se basan aquellos propuestos por Rudolf Steiner en 1921 para enriquecer el suelo y fortificar las plantas por medios naturales. Este sello está estrictamente controlado y sólo los socios vinculados contractualmente pueden utilizarlo.

“Ser orgánico te permite ir a la tienda y seguir comprando insumos para luchar contra plagas, fertilizar y matar hierbas de una manera de origen natural”, argumenta Luis. La biodinámica va más allá: da muchas herramientas a través de la composta, lombricomposta o el uso de productos biodinámicos para devolverle al ecosistema elementos naturales para su regeneración.

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Posted by Food & Wine en Español on Wednesday, February 12, 2020

La certificación como aprendizaje

A partir del 2017 todas sus botellas salen con los dos sellos: “Éramos un vino procedente de uvas biodinámicas certificadas, pero en 2017 todas nuestras botellas salen con el sello ‘vino orgánico y biodinámico‘. Ya es el vino, no el producto original”. El proceso se lo toman con calma, entre dos y tres años para que pueda salir cada uno de sus vinos, y anualmente se hace una auditoría —a veces más— para mantener las certificaciones.

“Las certificaciones no están peleadas, al contrario. Si primero no dominas una, es imposible que te vayas a la otra”.

Luis Peciña, enólogo y director técnico de Santos Brujos