Los turistas probablemente están pagando más de lo que deben

Que no te vean la cara de turista.
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Seguramente te ha pasado que cuando estás de viaje y vas a comer a algún restaurante o cafetería (que no siempre tiene los precios a la vista) a la hora de pagar el cobro te parece mucho más elevado de lo normal. Esto podría ser porque muchos establecimientos suben el precio de sus productos simplemente porque eres turista.

Recientemente el periódico El País, exhibió el caso de unos turistas en Italia que al pedir un helado sencillo, les cobraron $25 euros ($538 pesos mexicanos) lo cual los enojó mucho y se quejaron con su guía de turistas. El local no tenía los precios visibles y en consecuencia fue multado con $2000 euros ($43,000 pesos) por la policía local.

Este tipo de acciones abusivas sucede en cualquier parte del mundo.

Una buena opción para evitar que te estafen, es pedir el menú antes de ordenar para verificar los precios desde el comienzo. También es bueno que siempre que esté sucediendo algo sospechoso acudas a las autoridades locales y te quejes de la situación. Este tipo de estrategias en contra de la estafa le han funcionado bastante bien a varios afectados.

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Otro ejemplo que dio el periódico español, fue cuando unos turistas -también en Italia- acudieron a una heladería y pagaron $64 euros ($1380 pesos) por cuatro helados. Esta vez el problema llegó a los oídos del alcalde de Roma, quien le ofreció a los afectados un tour gratuito por la ciudad. Tal vez no es tan mala idea quejarse directamente con la policía.

Y no sólo los turistas sufren del overcharging, incluso clientes de supermercados se han visto afectados por el fenómeno. Un ejemplo muy sonado en redes fue el de Whole Foods en Nueva York, quien admitió cobrar más a sus clientes por comida empaquetada. La tienda de comestibles marcaba los productos con un peso mucho mayor al que realmente era, cobrando más por mucho menos. El ejemplo más sonado, fue cobrar $14.84 dólares por camarones con coco.

El problema escaló a los juzgados de la Gran Manzana y llevan desde el 2017 en un pleito legal gracias a los abusos de dicha tienda.

México no está exento de este tipo de abusos hacía los turistas y en muchas ocasiones en los mercados de artesanías o puestos ambulantes se puede ver con frecuencia que al extranjero se le cobra más caro cualquier tipo de producto. En cambio, el mexicano le da la vuelta a este tipo de acciones mediante “el regateo”,  que resulta válido siempre y cuando no se abuse y se pague el precio justo por el producto. Este “juego de sube y baja” de precios es todo un arte cuando se va al mercado.