En la edición de agosto, cuatro parrilleros profesionales nos hablan sobre el idioma del asado: un rito celebratorioy comunal que refleja el carácter de la cocina del norte de México.
- 1/2 piña mediana, sin cáscara, cortada en láminas de 2 cm de grosor
- 5 manzanas medianas, sin semillas ni corazón, cortadas en cuartos
- ¾ de barra mantequilla orgánica de 225 gr, 100% de vaca
- 1/2 taza azúcar mascabado
- 1/4 de ramita de canela
- 1/2 cucharita de semilla de cilantro
- 6 chiltepines secos, medianos
- 3 tazas de crema Lyncott
- ½ taza de queso parmesano, rallado
- 1/3 de taza de nueces, troceadas rústicamente
- 1 pizca de sal de mar, (la sal ahumada le puede dar un toque interesante)
Ingredientes
- Prende el carbón y espera a que las brasas tomen ese color entre blanco y grisáceo. Mientras llega a ese punto, en un mortero, muele las semillas de cilantro, la canela y el chile seco hasta que queden hechas polvo. Agrega el azúcar morena.
- En una sartén de hierro forjado mediano, a fuego indirecto, derrite la mantequilla cuidando que no se queme. Agrega la manzana y saltea un poco en la mantequilla. Agrega la 1/2 de la mezcla de azúcar y especias. Integra bien de forma que se cubran todas las manzanas. Déjalas cocinar hasta que se pongan tiernas y retíralas del fuego pero mantenlas tibias. Mientras se cocinan, comienza a asar la piña directamente en la parrilla (3 minutos por lado). Espolvorea en ellas el resto de la mezcla de especias. Una vez tiernas saca del fuego y mantenlas tibias.
- En una batidora de mano, deja batir la crema hasta volverla esponjosa (aproximadamente 5 minutos), agrega el queso parmesano ahí mismo hasta integrarla con la crema. Coloca la crema montada en un refractario de pay y coloca las frutas asadas como topping. Termina con los trocitos de nuez.