Tu descubrimiento de la semana: los vinos de Oregón
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En temas de vino americano, California se roba toda la atención y no por nada. Sonoma, Anderson Valley, Santa Bárbara, Napa, ofrecen etiquetas míticas para probar. Pero hay un estado que pisa cada vez más fuerte en el mapa: Oregón. En sus valles de tierra de gran mineralidad crecen algunos de los mejores pinot noirs y chardonnays de todo Estados Unidos. Sus bodegas, algunas tamaño boutique, otras masivas, expresan el terroir con una elegancia impresionante. 

¿Por qué hay tan buenos vinos aquí?

Zonas como Willamette Valley o Walla Walla Valley en el estado de Oregon se asientan sobre climas fríos, lluviosos, con veranos cortos y una mayor o menor influencia marina que les llega del Pacífico. Les ayuda también la tierra, producto de los mares que hace eones cubrían los valles, las erupciones volcánicas y la inundación del lago Missoula a través de las glaciaciones. ¿Y eso qué?, te preguntarás. Con todas esas características, uvas como la caprichosa pinot noir o la expresiva chardonnay tienen la capacidad de desarrollar todo su potencial: sabores y aromas más elegantes, una buena estructura y gran acidez. 

Las uvas que más se producen en la región:

  • Pinot noir
  • Pinot gris
  • Chardonnay
  • Riesling
  • Cabernet sauvignon

¿De dónde vienen sus etiquetas más celebres?

Existen 18 AVAs en la región (en Estados Unidos no existen Denominaciones de Origen sino Viticultural Areas), seis de las cuales se encuentran en Willamette Valley que cuenta con más de 500 bodegas. Si tienes la oportunidad no dejes de probar los vinos procedentes de regiones como Dundee Hills, Yamhill Carlton, Eola-Amity hills, Chehalem Mountains y Umpqua Valley. 

¿Y en México?

Recientemente el consejo de vino de Oregón organizó un tasting en la Ciudad de México con sus caldos más imprescindibles. Ahí tuve la oportunidad de probar algunas etiquetas de gran calidad y que se pueden conseguir en la ciudad. Estas son algunas de ellas:

Eola Amity Hills Chardonnay 2017

Este joyita es un vino de la bodega Archery Summit que en la boca demuestra su buena espina dorsal, gran acidez y cuerpo. Es mantequilloso pero no encontrarás en él una barrica demasiado marcada. Es como oler una tarta tatin: encontrarás aromas a manzana, mantequilla y bollería. 

Brooks Pinot Noir 2017

Directamente de Willamette Valley la bodega Brooks tiene la certificación orgánica. Su pinot noir es especiado, con aromas fruta roja como granada y hasta unos toques de hongos porcini. Te va a encantar con un pollito a las hierbas o una pasta con hongos salteados en mantequilla. Hambre, ¿alguien?

Sokol Blosser Pinot Gris 2017

Este es un vino que lo pones en tu nariz y te cuenta toda la historia: te habla de frío, de la mineralidad de la tierra donde creció, de cuidado, de limpieza. Su acidez es refrescante y recuerda a la toronja, a la manzana verde. Tiene algo de flores blancas. ¿Tomárselo así, sin nada más? Por supuesto.  

Nota: Si te interesa probarlas, en Acento puedes encontrar algunas de estas etiquetas.