La hora de Perú: Guía para recorrer este destino imperdible

Paisajes de película, gastronomía memorable y hoteles de ensueño: es momento de viajar al paraíso.

Por Alejandro Ortiz "Matu"

mayo 4, 2022

La hora de Perú: Guía para recorrer este destino imperdible

Foto: Cortesía

Con algo de pena, voy a aceptar que mi vago conocimiento de Perú me hacía pensar que el país, básicamente, se dividía en dos: Lima y Machu Picchu. La capital, desde luego, es espectacular no sólo en términos gastronómicos sino por su actividad cultural, como lo demuestra el progresista distrito de Barranco, y sus caminatas entrañables, como las que ofrece el distrito de Miraflores. Pero mi ignorancia me engañó con el resto del país, pues estaba en un completo error: basta aterrizar en el modesto aeropuerto de Cusco, a 50 minutos de Lima, para descubrir las maravillas de un país andino que debe ser prioridad en la bucket list de todo viajero en busca de nuevas experiencias.

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Un trayecto directo de poco más de una hora de Cusco a Urubamba vale la pena para iniciar con el pie derecho la travesía por Perú. Este pequeño pueblo agricultor, que representa una inmejorable puerta de entrada al Valle Sagrado, es sede de Tambo del Inka, uno de los hoteles más espectaculares de Sudamérica, parte de The Luxury Collection. La arquitectura está pensada para integrarse al paisaje del lugar y darle al huésped la mejor experiencia: todas sus habitaciones y suites cuentan con balcones y terrazas para disfrutar de la naturaleza.

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Uno de los grandes atractivos de este lugar es su huerto orgánico de 5,000 metros cuadrados con diferentes productos como vegetales, hortalizas, hierbas aromáticas entre otros. Es obligada la experiencia “Del huerto a la mesa” que incluye la propia recolección de ingredientes directamente del huerto –con la ayuda del chef, claro– para, más tarde, disfrutar de un inolvidable banquete en medio de las montañas. Tip: es el mejor momento para probar la suave carne de alpaca con vegetales frescos.

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Vale la pena disfrutar de este santuario del descanso al menos cuatro días porque, al menos, uno estará dedicado a visitar Machu Picchu. Increíblemente, el hotel cuenta con su propia estación de ferrocarril que te deja 20 minutos después, en Ollantaytambo, donde se toma el clásico tren para llegar a la famosa ciudad inca. Sin embargo, esta travesía debe dejar de aparecer en las guías de Perú sólo como “el clásico tren para llegar a la famosa ciudad inca” porque es una aventura en sí misma. Durante una hora y media, la experiencia que ofrece este tren panorámico es un espectáculo de la naturaleza porque, además de ir a muy baja velocidad, comienza en un clima montañoso y termina en uno selvático, siempre junto al río.

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Todo lo que has escuchado de Machu Picchu es verdad. Tan pronto aparece frente a tus ojos, la piel se te pone chinita y la respiración se acelera. Lo mejor es contratar a un guía experto para que te lleve a los rincones del sitio arqueológico que no aparecen en las tradicionales guías de turista. Al regresar de un día intenso, nada mejor que disfrutar del Kallpa spa, un espacio único en esta zona de Perú, con cinco salas de tratamiento, jacuzzi, gimnasio y sauna, coronado por una espectacular alberca que inicia en el interior pero con salida al exterior para, en los días más calurosos, disfrutar de la vista y el aire fresco.

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Fuera de Tambo del Inka, un paseo en bicicleta junto al cauce del río Vilcanota, con las impactantes montañas del Valle Sagrado a los lados, es la mejor manera de cerrar la experiencia en Urubamba, antes de regresar a Cusco, ciudad que era el verdadero centro de la cultura inca –y no Machu Picchu, como muchos piensan– e, incluso, la propia constitución peruana la designa como la capital histórica de Perú.

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Cusco está a 3,400 metros sobre el nivel del mar, curiosamente, mil metros más alto que Machu Picchu y la Ciudad de México. Es sede de joyas históricas como Qorikancha, el templo más importante de la civilización que se encuentra en perfecto estado de conservación. Todo el centro de la ciudad es un escaparate del desarrollo arquitectónico que tuvieron los incas y se vuelve, sin exagerar, en un museo viviente. La mayoría de las casas y lugares mantienen las piedras originales incas que cuesta trabajo entender cómo fueron talladas y colocadas con tanta precisión en muros que han sobrevivido sin rasguños el paso de los años.

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Cusco también es sede de otras dos joyas de la hospitalidad peruana: el JW Marriott El Convento Cusco y Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, ambos a unos pasos de la catedral, en mero centro de la ciudad. El primero ofrece una experiencia única porque se trata de una propiedad establecida en un antiguo convento agustino declarado, hace unos años, Patrimonio Cultural por el gobierno de Perú. Las clases privadas con el chef ejecutivo venezolano Jonathan Campos, permiten degustar ingredientes locales, como la trucha fresca y el rocoto (un ají bastante picoso), al preparar el mejor tiradito de tu vida. Por la noche, el menú de siete tiempos de Qespi, el restaurante del hotel, pelea por la mejor cena de la ciudad gracias a platillos como la inolvidable sopa de diferentes latitudes –preparada sólo con insumos peruanos–, los anticuchos a la parrilla y el café Quillabambino.

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Para cerrar el viaje gastronómico de tres días en Cusco, nada mejor que almorzar en Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, un hotel que respira el lujo y se ha convertido en emblema de la ciudad, con una cocina contemporánea que, sin exagerar, tiene la mejor degustación de papas andinas del país. Lo malo es que todavía me siento un poco ignorante, así que ya estoy planeando mi regreso a este maravilloso país para cultivarme más.

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Dónde comer en Perú

  • QESPI: Especialidades cusqueñas con un toque original y delicioso. Una ensalada de camarones con aguaymanto o la crema de papa andina, conquista y repone a todo viajero.
    Ig: @jwmarriottcusco
  • INTI RAYMI: No puedes perderte la degustación de salsas y papas andinas en esta terraza, con más de cinco siglos de historia. Además, con este platillo el restaurante apoya una comunidad que sólo vive de sembrar la papa.
    Ig: @hotelpalaciodelinka
  • LA BOULANGERIE: En Machu Picchu, este cafecito parece haberse confundido de continente. Su pan y café saben a Francia.
    Ig: @laboulangeriedeparis
Peru
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Dónde quedarse

  • TAMBO DEL INKA: Cerca de los principales lugares arqueológicos, representa el comienzo de un viaje inspirador al Valle Sagrado de los incas. Sus habitaciones y suites, además de ofrecer toda el lujo para descansar después de días de largas caminatas, están pensadas para conectarse con la naturaleza y su cocina está encabezada por expertos en gastronomía local.
    Avenida Ferrocarril S/N, Urubamba, Perú.
    Ig: @hoteltambodelinka
  • PALACIO DEL INKA: Este hotel forma parte de The Luxury Collection y está establecido en una propiedad con cinco siglos de historia, por lo que es un emblema de la ciudad. Ofrece un diseño irresistible en sus habitaciones junto con una cocina contemporánea construida a partir de sabores locales. Cada una de las habitaciones y suites han sido restauradas para ofrecer una experiencia única.
    Plazoleta Santo Domingo 259, Cusco, Perú.
    Ig: @hotelpalaciodelinka
  • JW MARRIOTT EL CONVENTO CUSCO: Solía ser el antiguo Convento Colonial de San Agustín, del siglo XVI, pero fue convertido cuidadosamente en un hotel de lujo que, por supuesto, cuenta con pasadizos que llevan, por ejemplo, a un impresionante spa en el sótano y ruinas incas debajo de los cimientos, perfectamente conservadas en vitrinas.
    Esquina de la calle Ruinas 432 y San Agustín, Cusco, Perú.
    Ig: @jwmarriottcusco

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