Desafortunadamente las crisis de salud mental en el sector restaurantero se han vivido desde antes de la pandemia COVID-19. Hay muchas razones por las cuales las personas que padecen de problemas de salud mental y adicciones se sienten atraídas por este trabajo porque la vida en la cocina siempre ha sido un refugio para quienes viven al margen. Los trabajos en restaurantes tienen horarios brutales y a menudo pagan muy poco, además de que no en todos lados ofrecen seguro de gastos médicos. Si a eso le sumamos que existe un acceso fácil al alcohol y sustancias ilícitas, la combinación resulta muy complicada.
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Durante mucho tiempo los problemas de salud mental no han sido parte de la cultura de los restaurantes, apenas en los últimos años la industria en general ha comenzado a cuestionarse abiertamente por qué se ha aceptado tan fácilmente no voltear a ver ese tema y han empezado a discutir el daño causado en vez de “esconderlo debajo de la alfombra”.
La muerte de Anthony Bourdain por suicidio en junio de 2018 fue una llamada de atención a la industria de la hospitalidad. Esta pérdida inimaginable impulsó a las personas y comunidades a formar grupos de apoyo y tener conversaciones incómodas pero necesarias con colegas y amigos para eliminar parte del estigma en torno a la salud mental. Todavía queda un camino tremendo por recorrer, pero la comunidad al menos se está encaminando en la dirección correcta.
Claramente debido a la situación actual, todo cambió. Las medidas gubernamentales que se han promulgado para detener la propagación de COVID-19 han obligado a los restaurantes a adaptarse rápidamente. Dependiendo de la región, se ha ordenado que los bares que no sirven comida cierren, e innumerables restaurantes han pasado rápidamente a ofrecer entregas a domicilio solo para evitar una mayor transmisión del virus. Cientos de miles de empleados de restaurantes y bares han perdido sus trabajos, ya sea temporal o permanentemente, muchos de los cuales no contaban con otro ingreso extra. No hay un final a la vista, y el futuro de la industria de los restaurantes es un gran desconocido.
No hay nadie que no esté asustado en este momento, y esta crisis emocional colectiva puede ser especialmente difícil para los trabajadores de la hospitalidad, que están acostumbrados a estar en la primera línea de cualquier emergencia. Cuando ocurre un desastre natural o algún suceso provocado por el hombre, los restaurantes son algunos de los primeros en dar un paso adelante. Encuentran una manera de alimentar a las personas y ofrecerles sustento y consuelo porque es lo que hacen y quiénes son. En ausencia de la capacidad de hacer eso, y en una situación de necesidad, los cocineros, camareros, servidores y otros trabajadores de restaurantes están en crisis en este momento. Incluso si no han sido propensos a problemas de salud mental o abuso de sustancias, no significa que la depresión, la ansiedad, la obsesión y la necesidad de automedicarse o romper la sobriedad se puedan hacer presentes.
Como el restaurantero y el fundador de Ben’s Friends, Steve Palmer, mencionó en un reciente podcast, el aislamiento es el enemigo de la sobriedad y la salud mental, pero solo porque las personas no puedan estar físicamente juntas no significa que no puedan tener comunidad.
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Como una persona con muchos años de sobriedad en su haber, y enfrentando el mismo estrés e incertidumbre que enfrenta el resto de la industria, Palmer incita a las personas a conectarse como puedan: mensajes de texto, llamadas telefónicas, video chats, mails y reuniones virtuales de recuperación. Ya sea que sólo llames para checar si tu amigo está bien o si necesita algo o simplemente por tu propio bienestar, estas conexiones son vitales para nuestra existencia. Nos recuerdan que somos importantes, incluso si las cosas parecen inútiles en este momento.
“Como alguien que ha lidiado con problemas de salud mental durante toda su vida y que, en ocasiones, ha fallado en buscar ayuda, puedo ofrecer este consejo : todos quieren ayudar en este momento, y todos necesitan ayuda en este momento”, dice el restaurantero. Si alguien está irritable o te hace sentir de alguna manera avergonzado o débil por querer hablar de esto, es muy probable que esa persona tenga dificultades para procesar su propio miedo, dolor y pena.
Tuve el privilegio de hablar con mi terapeuta por teléfono la semana pasada, y me dijo que si esto me esta afectando, está bien. Estoy preocupada, y eso es natural. Algunas partes de la vida se resolverán y algunas cosas cambiarán para siempre. Los superaremos juntos como sociedad, pero procesar esto como un duelo es válido y permitirte sentir, te ayudará a sobrellevarlo y poder ayudar a otras personas con el miedo que enfrentan.
He hablado con innumerables trabajadores de restaurantes en las últimas semanas ya que la realidad de esto se ha establecido, y la frustración y el miedo son palpables. Para los trabajadores de restaurantes que han estructurado toda su vida en torno a su carrera, a menudo con exclusión de una vida social, familiar, relaciones románticas y su propia salud y bienestar, de repente las horas sin trabajo se están extendiendo y les hace cuestionar quiénes son fuera de esta estructura diaria.
Esto es lo que les he dicho: sigues siendo un chef, un barman, un cocinero de línea, un mesero. Incluso si tu restaurante o bar ha cerrado, sigues siendo esa persona con esas habilidades y esa experiencia. Cuando la industria de los restaurantes se reconstruya, y tengo que creer que lo hará, ustedes seguirán siendo esas personas, con ese valor, con ese corazón y esas manos. Por ahora, ponte esos pantalones de cocina o ese delantal, enciende la estufa de tu casa, haz tu mise en place y grita “¡Caliente, voy atrás!” a tu gato o perro, y recuerda quién eres. Luego comunícate con un amigo y platiquen de su día.
Aquí hay algunos recursos para ti o para compartir con alguien que le podría servir. Añadiremos más a medida que esta situación se desarrolle.
Teléfono: 56-58-11-11
Aquí proporcionan atención telefónica a la población de la CDMX y la Zona Metropolitana. Es servicio es gratuito y 24/7.
Teléfonos: 52-59-81-21 / 01-800-472-78-35
SAPTEL de Cruz Roja Mexicana es un servicio de salud mental y Medicina a Distancia. Es un programa profesional atendido por psicólogos que proporcionan servicios de orientación e intervenciones en crisis emocional a través del teléfono.
