Las cosas que aprendemos en la escuela culinaria no deberían de ser un secreto, al contrario, todos deberíamos saber hacks para sobrevivir y facilitarnos la vida en la cocina. Aquí algunas cosas que aprendí durante mis clases y le ayudarán a cualquiera a ser un mejor cocinero.
Siempre afila tus cuchillos
El cuchillo es una de las principales herramientas de la cocina. Existen dos formas de hacerlo: con chaira o con piedra. Considero que para principiantes es más fácil utilizar la chaira ya que tienes más control de lo que está pasando. En mi opinión la chaira más sencilla es esta, que es plana. Así será más fácil de manejar. Siempre hazlo con mucho cuidado para evitar accidentes.
Prueba todo y rectifica
Es muy simple, ¿cómo vas a servir algo que no has probado? El primero que debería de saber si un platillo es muy salado o no, es el cocinero. Mi recomendación es que siempre sazones con un poco de sal y conforme vayas cocinando lo vayas probando con una cuchara limpia. Eso sí, no metas tu cuchara usada al platillo, con ayuda de la pala o cucharón que estás meneando coloca una gotas de tu platillo en tu cuchara de chef. La puedes poner en un platito a la mano para que no tengas que usar varias distintas.
El mise en place es tu mejor aliado
El mise en place significa tener todos tus utensilios acomodados e ingredientes previamente cortados y divididos por peso o en el orden que los vas a integrar a la receta. Esto ayuda a que a la hora de cocinar no se te olvide agregar nada y que todo fluya de forma mucho más placentera.
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Mantén tu lugar de trabajo limpio
Todo será mucho más ágil y organizado. Una buena opción es limpiar e ir lavando platos mientras esperas a que se cocinen tus platillos. La otra cosa que funciona siempre es portar un trapo en tu mandil, de esta manera puedes tomar cosas calientes o bien limpiar las ollas que derramen algo.
La sal es la clave para todo (sí, hasta para los postres)
No le tengas miedo a la sal. Sobre todo cuando hablamos de sazonar carne, siempre sé generoso, así los jugos tendrán más sabor. En el caso de los postres, una pizca de sal balancea todo. Sobre todo cuando hablamos de pan salado es muy importante sazonarlo bien.
Utiliza el agua de la pasta para tu salsa
El agua de la pasta siempre debe ser sazona con un buen puño de sal. Así, cuando termines de cocinarla, podrás usarla para resaltar el sabor de tu salsa. Como contiene suficiente sal y sabor ayudará a tener salsas mejor sazonadas. Uno de mis maestros decía que un buen cucharón era suficiente para mejorar el sabor de cualquier salsa de pasta.
Deja reposar la carne después de cocinarla
Para evitar que se desjugue, siempre es mejor dejarla reposar unos minutos antes de cortarla. Recuerda que el jugo rojo no es sangre y que siempre es mejor esperar para aprovechar todo el sabor.
Aplica el blind baking
¿Te ha pasado que una vez que horneas una tarta de frutas, la masa está cruda? El mejor hack es hacer un blind baking, que básicamente se refiere a hornear la masa de la base un poco, antes de que la rellenes. De esta manera cuando le pongas el relleno no se pondrá aguada y solo terminará de cocerse bien. Para que esto funcione, coloca un papel encerado sobre la masa y algunas piedras para hornear, así no se inflará mucho y quedará semi cocida. Si no tienes piedritas, utiliza cubiertos de metal y retira con guantes para que no te quemes. Una vez que esté un poco dorada, rellena y termina de hornear como lo harías regularmente.
