La introducción de la Inteligencia Artificial alcanza múltiples campos de la vida cotidiana, lo que ha generado opiniones tanto a favor como en contra. Y entre las últimas novedades de la industria alimentaria destaca precisamente que algunas empresas cada vez son más partidarias en la utilización de herramientas de la IA para generar alimentos.
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De acuerdo con el estudio Artificial Intelligence in Food Safety: A Decade Review and Bibliometric Analysis, “China y Estados Unidos encabezan las investigaciones así como estudios publicados referentes a la aplicación de la IA en la industria alimentaria”.
El mismo artículo revela que si bien el uso de estas herramientas en un plano individual aún no alcanza madurez, sucede todo lo contrario a gran escala, con grandes firmes aplicando este conocimiento y tomando decisiones a partir de análisis de data arrojados por la misma IA. Específicamente, y de acuerdo con CAS (división de la American Chemical Society),las grandes corporaciones están interesadas en su uso para:
- Generar análisis predictivos avanzados, que pronostican con precisión los patrones climáticos, mejorando la resiliencia y el rendimiento de los cultivos. Los sistemas de IA pueden analizar grandes cantidades de datos para detectar signos tempranos de enfermedades e infestaciones de plagas, lo que permite intervenciones oportunas y específicas. Además, el monitoreo impulsado por la IA de los niveles de suelo y nutrientes conduce a un uso optimizado de fertilizantes, lo que contribuye a cultivos más saludables y a una reducción del gasto de recursos.
- Fabricación de alimentos más eficaz y segura. Los sistemas de inspección automatizados impulsados por IA están revolucionando los procesos de control de calidad. Al emplear análisis predictivos, estos sistemas pueden identificar de manera preventiva los riesgos de contaminación y optimizar la gestión de la cadena de suministro. Los sistemas de visión artificial con IA son expertos en examinar la calidad del producto, lo que garantiza que solo los productos de la más alta calidad lleguen a los consumidores.
- El descubrimiento de nuevos ingredientes de una forma más rápida que a través de métodos de investigación tradicionales ha sido también un punto a favor. CAS pone de ejemplo el caso de The Not Company, que a través de su plataforma de inteligencia artificial, “Giuseppe”, han desarrollado rápidamente productos alternativos de origen vegetal. Giuseppe analiza información sobre la composición, el sabor, la textura y la apariencia de los productos animales y produce una serie de recetas de origen vegetal para recrear las mismas experiencias. Luego, estas recetas se prueban y la información de las revisiones se envía a Giuseppe, lo que permite que la plataforma aprenda y sea más precisa con cada producto que desarrolla.
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Los partidarios de esta herramienta, apuntan a que su uso es un detonante de una revolución de la manufacturación de alimentos, pues de acuerdo a sus argumentos, implica una ventaja competitiva que acelera el mercado, con una rápida introducción de ingredientes sostenibles e innovadores. No sorprende que empresas como Nestlé ya se hayan subido al barco.
Cabe destacar que esta tendencia sucede a la par de la apreciación por lo artesanal, así como un constante esfuerzo por apoyar a productores locales, quienes desde luego no cuentan con la tecnología ni los recursos para competir en un mercado impulsado por la IA. Ante este panorama son más las interrogantes que se surgen en torno al uso de estas herramientas y cómo este transforma el escenario de la producción de alimentos, más allá de sus beneficios, sino hablando en términos socioculturales. ¿Tú qué opinas?
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