Chefs que cerraron sus restaurantes tras recibir estrellas Michelin

Para algunos cocineros el amor al arte, es más importante que cualquier reconocimiento
elbulli cerraron

Recibir una, dos o tres estrellas Michelin es el sueño de la mayoría de los chefs, un reconocimiento a la excelencia en su restaurante. Es un símbolo de gran servicio, comida espectacular y una experiencia general perfecta. Este honor viene de la mano de una casa llena, reservas cada noche —en ocasiones incluso debes esperar meses por una reservación en estos restaurantes— y la admiración de tus pares. Pero no todo es miel sobre hojuelas, también vienen de la mano de tener que trabajar arduamente para conservarla y presión por mantener los estándares casi imposibles para permanecer en la guía.

Por esta razón, algunos chefs han devuelto sus estrellas, pero otros más han decidido cerrar sus restaurantes una vez que llegaron a la cúspide.

André Chiang del restaurante André, en Singapur, cerró en 2018 después de 7 años y con dos estrellas Michelin. En un discurso que el chef dio frente amigos, compañeros y los medios explicó “Al restaurante André le está yendo increíble, pero no siento que esto es lo único que puedo hacer. Quiero completar esta obra maestra y seguir adelante para crear otra.”

El más reciente en unirse a esta lista es Magnus Nilson de Fäviken, en Suecia, quien anunció a través de un post en Instagram en mayo 2019, que su restaurante cerrará a finales de año después de 11 años de operación. En una entrevista con L.A. Times, confesó que llegó a la conclusión de cerrar cuando “Por primera vez, me desperté y no quería ir a trabajar…simplemente me estoy yendo porque estoy cansado. Porque quiero hacer otras cosas.”

Para el chef Dani García del restaurante homónimo la decisión llegó en 2019, tras haber recibido 3 estrellas Michelin. En entrevista con Eater, comentó: “ya había llegado a mi meta en la alta cocina tras 20 años de cocinar, pero este logro podría limitar mi libertad para hacer cosas nuevas.” Su plan ahora es hacer cocina más casual.

Quizás el caso más sonado es el de El Bulli, que cerró en 2011, cuando el chef Ferrán Adriá, quiso llevar su investigación más allá y lo transformó en El Bulli Foundation. Este nuevo espacio se dedica a la investigación en creación e innovación culinaria.

Sea como sea, el paso de estos chefs en la historia de la alta cocina siempre será recordado, al mismo tiempo que nos demuestran que está bien tener inquietudes y buscar renovarse.