
¿A quién no le gustan los dulces y los caramelos? De pequeños muchos de nosotros soñamos con castillos y paisajes cubiertos de golosinas, tal vez una casa como la de Hanzel y Gretel- menos la bruja obviamente-, nubes de algodón de azúcar, ríos de chocolate como en la película de Willy Wonka, árboles cubiertos de manzanas acarameladas, un desfile de bouquets de bombón y un sinfín de lunetas de colores.Ahora podrás tener un pequeño destello de ese sueño, gracias al nuevo y exótico Museo del Dulce que está por abrir en la ciudad de Nueva York , que se inagurará en verano de 2018.RELACIONADO: Nina Gudkova, la chef rusa que revolucionó el pastelExisten millones de tiendas de dulce llenas de color y diversión, alrededor del mundo. Pero sin duda, una de las más impresionantes en Nueva York es Dylans Candy Bar en la Tercera Avenida. Te puedes pasar horas y horas viendo y comprando cuanto dulce se te antoje; chocolates, gomitas, red vines, sweet tarts, nerds, caramelo macizo, caramelo suave, pretzels cubiertos de chocolate y una lista interminable de deliciosos dulces.Así que, siguiendo un poco la ola de tendencias de museos exóticos, Sugar Factory -con locales en muchos estados de Estados Unidos- abrirá un museo dedicado a los dulces más ricos y famosos del mundo. Al contrario del Museo del Helado, que tuvo sus inicios en NY y ahora tiene su sede en Miami, el museo del dulce estará de manera permanente en la ciudad de Nueva York y el plan es abrir varios más a lo largo del país norteamericano.TE PUEDE INTERESAR: Explora la exposición de comida del Museo Ghibli Con 9,144 metros cuadrados de pura maravilla cubierta de caramelo y chispitas de colores, este museo será un desfile de osos de gomita y conos de azúcar que tendrá aproximadamente 15 salas con temáticas excéntricas y promete ser un museo sumamente instagrameable. Aquí encontrarás desde la historia del dulce a partir del siglo XX, hasta el oso de gomita más grande del mundo, además de un unicornio con las mayores incrustaciones de caramelo posibles.Ya tienes el pretexto perfecto para viajar a Nueva York y probar la extensa variedad de dulces que encontrarás en el museo más esparado del verano.