Hay un viejo dicho que dicta que “en la sencillez está el éxito”, y si alguien lo sabe bien es la chef Lula Martín del Campo, pues en cada uno de sus proyectos nos muestra cómo se puede hacer país en un plato sin dejar de lado el sabor, las tradiciones, la grandísima diversidad de productos y el respeto por la tierra y el mar.
Su último viaje, Marea Restaurante de Mar, no es la excepción a esta regla. Bajo el concepto de cocina abierta —con un diseño, arquitectura y decoración limpios a cargo del taller de Alberto Kalach e iluminación de Luca Salas—, este lugar muestra la elegante sencillez con la que uno se puede sentar a la mesa a degustar lo mismo un taco de pulpo que unas manitas de jaiba, un mezcal o un vino rosado francés.
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Lo que antes fuera una tienda de abarrotes, hoy es un restaurante de mar comprometido con la pesca sustentable, el comercio justo y con dar a conocer los ingredientes mexicanos; para ello, Lula escogió como aliado y proveedor de los productos del mar a Benjamín Castro, que forma parte de Pesca con Futuro.
La carta cuenta con diversas opciones y algunos “caprichos” de la chef, como la experiencia de ostras y burbujas que permite a los comensales degustar vino espumoso por copeo, mientras que los ostiones frescos de cultivo de la comunidad de Celestino Gasca, en Sinaloa, dejan que la sal y acidez de la mignonette se combinen con el espumante.
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El maíz —a veces tímido en un plato, otras como protagonista— no puede faltar y arrebata suspiros en platillos como los camarones mariposa en salsa de chipotle sobre esquites de maíz ancestral rojo, azul y blanco, endémicos de Pátzcuaro, Michoacán. Desde los fogones sale el aroma de otro de sus platos estrella, el pescado zarandeado acompañado de frijoles, xnipec y tortillas de maíz nativo. El ceviche de totoaba con recado negro yucateco, leche de tigre y chile manzano es otro de los imperdibles, aunque con la variedad de Lula cuesta trabajo decidirse.
Como acompañamiento, hay una selección de mezcales de Michoacán, Guerrero y Oaxaca de Cultura Mezcal —proyecto que se centra en el respeto hacia esta bebida ancestral—, coctelería, destilados y una carta de vinos, ideales para maridar la experiencia.
Dirección: Tampico 37, colonia Roma, CDMX.
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