¿En verdad el refresco sabe distinto en lata, botella de vidrio y de plástico?

El secreto está en el material...

junio 11, 2019

¿En verdad el refresco sabe distinto en lata, botella de vidrio y de plástico?

Foto: Aserusainhuu / Unsplashed

Aunque las compañías refresqueras buscan un gusto uniforme en todas sus bebidas y que el contacto con los materiales del empaque no altere su sabor, no se puede negar que tomar un refresco en botella de vidrio, plástico o aluminio si cambia la experiencia. Pero, ¿es un tema de percepción o en realidad el sabor cambia?

De acuerdo a un artículo de la química en alimentos Sara Risch, publicado en Popular Science, es posible que el sabor efectivamente sea distinto. Esto porque los materiales de los empaques reaccionan distinto con la bebida.

Por ejemplo, el polímero que recubre las latas de aluminio puede absorber pequeñas cantidades del sabor soluble en el refresco, este recubrimiento es para evitar que el metal contamine a la bebida. Aún así la lengua es muy sensible al sabor del metal y al abrir una lata es posible que el sabor a metal esté más presente. En el lado opuesto de la balanza, la botellas de PET contienen bisfenol que puede mezclarse con el líquido —aunque esta contaminación es mínima ya que es regulada por el gobierno, sí es suficiente para alterar el sabor—.

En una nota de Business Insider, el miembro de la Asociación Estadounidense de Química, Rick Sachleben, explica que otro factor que altera el sabor de los refrescos es la carbonización ya que algunos materiales conservan mejor el CO2 que otros. Tanto el vidrio como el metal tienen una estructura compacta por lo que se libera muy poco CO2 conservando la burbuja por más tiempo, mientras que el plástico deja que se permee más, así que la bebida se torna plana con mayor velocidad.

Otros factores que pueden alterar el sabor de la bebida: la temperatura y la luz. La luz produce reacciones químicas en algunos elementos de la bebida y muchos de sus compuestos de sabor son moléculas sutiles, entonces la exposición prolongada a la luz altera su sabor.

También es más fácil que percibas las diferencias en el sabor si consumes refrescos con regularidad. Pero como todo, al final del día no existe un empaque mejor que otro, solo es una cuestión de gusto.

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