Septiembre y octubre han sido meses festivos para el vino mexicano. Según Gabriel Padilla del Consejo Mexicano Vitivinícola se ha conseguido aumentar significativamente el consumo per cápita del vino: ¡llegamos a un litro anual! Esta cifra es histórica en un país donde la cerveza representa sesenta apabullantes litros al año. Además se acaban de aprobar las normativas que regularán el uso de suelo en el Valle de Guadalupe y una cosecha histórica en cuanto a kilos de uva en las vendimias de 2019. Al son de estas buenas noticias Valentina Ortiz Monasterio presentó la tercera edición de Nación de Vinos.
Nación de vinos es uno de los eventos más relevantes en cuanto a vino mexicano, se llevará a cabo en el Hipódromo de las Américas el próximo 30 y 31 de octubre. En el cartel están más de 80 bodegas que representan en menor o mayor escala casi todos los estados de producción vitivinícola. No sólo los que gozan de prestigio y los de más hectáreas de plantación como Baja California, Coahuila, Guanajuato y Querétaro sino también los emergentes o los de producciones medianas y pequeñas como Nuevo León, Sonora, Zacatecas, Aguascalientes y Chihuahua. El punto es representarlos a todos, representar lo poco pero bien hecho, según reconoce Padilla: “La industria está migrando hacia las medias y altas gamas. Hoy no hablamos sólo de cantidad sino de calidad”.
Durante los dos días que durará el evento y al cual se accederá únicamente por invitación, se espera una afluencia de cerca de 2,400 asistentes y un mix and match de conferencias, talleres didácticos y catas. Pero como no hay pan sin vino ni vino sin pan estarán presentes restaurantes como Pujol, Rosetta, La Docena, Nicos, Quintonil, Sud 777, entre otros, porque según dice Ortiz Monasterio, “queremos que sea una experiencia integral, que la industria se conozca y reconozca”.
Y es que a pesar de la aún pequeña producción de vino nacional –en comparación de los gigantes vitivinícolas del mundo– las diferentes regiones de México siguen destacando en concursos internacionales. Allá afuera, México comienza a hacerse visible y a brillar caldo a caldo. Esto hay que celebrarlo y Nación de Vinos es un gran contexto para hacerlo.