Las almendras son conocidas por sus propiedades nutritivas y su sabor particular. Su sabor untuoso y dulce se ha incorporado en prácticamente todas las culturas del mundo, ya sea en postres, ensaladas, estofados, así como en snacks y salsas. Según un estudio de Harvard T. H. Chan, las almendras reducen el riesgo de enfermedades cardíacas ya que reducen el colesterol total, además de que tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Algunas de las sustancias que se encuentran en las almendras pueden interferir con la absorción de colesterol y ácidos biliares, por lo que su consumo reduce la cantidad de lípidos en el organismo, especialmente cuando se reemplazan otros alimentos ricos en grasas saturadas, como la manteca y la margarina, y carbohidratos refinados, como pan blanco y pastas.
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Las almendras contienen fitonutrientes que apoyan el crecimiento de microbios intestinales beneficiosos. Según un estudio del American College of Cardiology, se asocian con 13% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular total y 15% menos de riesgo de enfermedad coronaria.
¿Sabías que…?
Según California Almonds, el consumo de 23 piezas por día aporta cerca del 65% de los requerimientos diarios de vitamina E. Contienen más magnesio por gramo que cualquier otra nuez y además contribuyen a la recuperación muscular después de hacer ejercicio.
¿Cómo comerlas?
Pueden utilizarse tanto en recetas dulces como saladas, postres, salsas, licuados, panes y más. Aquí te dejamos tres recetas en las que puedes utilizarlas: