Ayuda a las comunidades de Valle de Bravo consumiendo estos tés

Flor de la Paz, Avándaro, Valle de Bravo

A 156 kilómetros al sur de la Ciudad de México se encuentra el rancho Flor de La Paz. Un proyecto de tés con cualidades organolépticas que busca cuidar de la tierra y apoyar a las comunidades de Valle de Bravo a través del empleo justo.

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La tierra es primero 

Todo comenzó cuando un grupo de inversionistas adquirió 30 hectáreas de tierra que estaba sumamente dañada por el monocultivo de papa. El terreno fue explotado con químicos por una marca reconocida de frituras. Tres años después recuperaron el suelo con técnicas de producción orgánica (sin traer insumos de fuera) y respetando los ciclos de todas las plantas. Para el riego, implementaron un sistema hidráulico por goteo autosustentable.

El negocio trabaja bajo tres ejes: agricultura, educación y salud. Las comunidades agrícolas sanan la tierra y la marca genera empleos dignos en un ambiente saludable.

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Los tés

Las plantas como toronjil, manzanilla, pericón, estafiate, cedrón o lavanda se cosechan cuando sus principios activos están en su máxima expresión. Luego se deshidratan para conservar sus aceites esenciales con equipos especializados traídos desde Argentina. Finalmente se separan para etiquetarlos y llevarlos a los puntos de venta. El resultado: tés funcionales y 100% libres de agroquímicos y pesticidas que ayudan a conciliar el sueño o mejorar la digestión.

Así que ya sabes, la próxima vez que tomes té, opta por Flor de la Paz que busca contribuir al ser humano a partir de la tierra.