Domaine du Tariquet, un productor de vino en el suroeste de Francia, tiene los contenedores de almacenamiento de acero inoxidable más grandes y brillantes que he visto. Son dos veces más altos que una casa de tres pisos, y desde lo alto tiene unas vistas increíbles de Gascuña. Me dio una terrible sensación de vértigo de solo pensarlo. Empequeñecido por estos gigantes hay un antiguo granero de madera y en él hay un alambique. Se trata de un pequeño cacharro con ruedas bastante maltratado; anteriormente se remolcaba alrededor de las aldeas después de la época de la cosecha para destilar el vino de los pequeños agricultores. Elaborado de madera, es el único Tariquet usado para destilar su armagnac, un fino brandy hecho solo en Gascuña. El vino, principalmente el blanco de Cotes-de-Gascogne, constituye la mayor parte de su negocio. Y aún así, Armin Grassa, la quinta generación de la familia propietaria del dominio, me dijo: “Primero somos destiladores, y luego vinicultores”.
Constantemente nos dicen que nuestros whiskies, bourbons y gins son “lotes pequeños”, “artesanales” y “con fuerza en barrica”, aunque la mayoría de ellos están hechos en instalaciones industriales. Pero en el armagnac los métodos antiguos no son para mostrar, simplemente es la forma en la que estas cosas se hacen. Aquí, no verás ninguna de esas palabras en las etiquetas, porque las técnicas son normales, el estándar –nada inusual que valga la pena mencionar. En los esfuerzos comerciales, donde sea que haya, no hay imágenes y tomas soñadas de hombres tatuados y barbones. De hecho, no creo que haya visto una sola barba o tatuaje en mi visita.
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El armagnac preserva los viejos métodos porque su producción nunca se ha industrializado. A diferencia del coñac, que es dominado por multinacionales, la mayoría de los productores de armagnac son propiedades familiares. No existe un equivalente a Martell o Hennessy. La producción de armagnac es ínfima comparada con la de su primo rico del norte, 6 millones de botellas al año contra 180 millones de coñac. Muchas veces las personas los agrupan juntos, pero mientras que el coñac se elabora casi totalmente con uva Ugni Blanc, en el armagnac regularmente se utilizan cuatro tipos: Ugni Blanc, Folle Blanche, Colombard y Baco (Existen otros seis tipos de uvas permitidas en la producción de armagnac, pero son raramente utilizadas). Olives Bonnafont, el maestro de bodega en Chateau de Maniban, me dijo que se debe tener “fruta perfecta, vino perfecto, alcohol perfecto” para obtener el mejor armagnac. “Se trata de extraer la calidad de la tierra”, añadió. Él ha convertido la propiedad en cultivos orgánicos porque cree que esa es la mejor forma de obtener fruta de la más alta calidad. No se pueden agregar sulfitos al vino; o la destilación acentuaría el sabor sulfúrico.
Mientras que el coñac tiende a ser ligero y, en el extremo barato, un poco más aburrido. El armagnac es usualmente picante y distintivo. Esto es en parte debido a las diferencias en la destilación. El coñac se destila dos veces destilado en una olla, mientras, la mayoría de armagnac se destila una sola vez en un aparato especial conocido como alambique. Estos maravillosos artilugios de cobre parecen sacados de la ciencia ficción victoriana. Los más nuevos están hechos según especificaciones del siglo XIX por una empresa local. Aunque, algunos productores, como Janneau, hacen un poco de licor en las ollas todavía. El director de bodegas de Janneau, Philippe Sourbes, (quien posee la única barba durante el viaje, una ligera y distinguida, como la que puedes encontrar en un arquitecto) me dijo que el alambique produce un licor con “más personalidad” mientras que la olla produce “un licor más ligero que necesita menos añejamiento”.
Constantemente nos dicen que nuestros whiskies, bourbons y gins son “lotes pequeños”, “artesanales” y “con fuerza en barrica”, aunque la mayoría de ellos están hechos en instalaciones industriales. Pero en el armagnac los métodos antiguos no son para mostrar, simplemente es la forma en la que estas cosas se hacen.
El suelo en las dos principales regiones de cultivo también contribuye al carácter del licor. La región Bas de Armagnac esta llena de grava y produce un licor ligero más elegante que es bebible a una edad más joven. Mientras que la arcilla pesada de Tenareze produce algo más pesado que necesita más añejamiento para suavizarse. Puedes ver las diferencias en la tierra. Tenareze luce como el Sur de Inglaterra, con colinas en la que se encuentran pequeños pueblos y bosques. Mientras la región Bas de Armagnac luce como las tierras altas de Escocia, con bosques de pino y cubiertas de brezo. De hecho, creo que los sabores de armagnac tienen más en común con el whiskey escocés que el Coñac. Hay armagnacs ardientes y ahumados como las maltas Islay, los que huelen a cuero y tabaco como Macallan, y brandies ligeros que recuerdan a los whiskies de las tierras bajas.
El último factor en el sabor del armagnac es el añejamiento. Thomas Guasch, cuya familia es propietaria de Baron de Sigognac, usa “dos tipos de roble, uno negro de los Pirineos, otro más fino de los Vosgos”. El licor pasa un tiempo en los barriles nuevos para tomar el tanino de la madera antes de ser transferido a toneles más viejos. Después de dos años de envejecimiento, el producto puede ser vendido como VS armañac, o puede ser añejado por más tiempo para crear VSOP, XO, 10 años, etc. Las barricas especialmente finas se conservarán y venderán como armagnac añejo.
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El estilo natural antiguo del negocio del armagnac, ciertamente es parte de su encanto, pero al mismo tiempo, algunos productores en la región están listos para traer la industria a la actualidad. En Delord, uno de los más grandes exportadores a Estados Unidos, Jacques Delord me dijo que el armagnac se ha estado “durmiendo en sus laureles por mucho tiempo. Tenemos una buena producción, pero no se vende”. Algunos productores que visité son casi ignorantes en cuando al marketing y las ventas. Un par de veces me dijeron “ustedes (británicos) solían comprar mucho, pero ahora no tanto”. Sin embargo, Delord, es una de las firmas más dinámicas. Jacques Delord viaja regularmente a América, Hong Kong y Japón para difundir el mensaje y las ventas en Estados Unidos están subiendo constantemente.
No solo los productores se están volviendo mejores en la comercialización de su producto, todos los valores que personifica el armagnac (rareza, autenticidad, distinción) es lo que les interesa a muchos bebedores de licor actualmente. La mayoría de los productores tienen brandies añejos a la venta que datan de principios del siglo XX. Estos son tan raros y distintivos como los whiskies de malta equivalentes, pero mientras que un Macallan 1981 costará al menos 1,000 dólares la botella, un Castarade 1981 producido por Chateau de Maniban costará alrededor de 100 euros (112 dólares). En una época en la que el whisky escocés tiene tanta demanda que los destiladores lanzan whiskies sin indicación de edad, el armagnac resulta de repente muy atractivo.
En mi regreso de la región, abrí una botella de Janneau de 18 años para mis padres. Mi padre, un hombre escocés, se enamoró inmediatamente, pero la verdadera sorpresa fue mi madre, quien no bebe alcohol, también lo amó. Hay una cualidad frutal, parecida a la del vino, muy buena en el armagnac. A mi esposa también le gustó. Decidimos a tomar un pequeño vaso la mayoría de las tardes después de la cena “para ayudar a nuestra digestión”
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Aquí están cuatro buenos para comenzar, todos disponibles en Estados Unidos:
Este tiene el aroma a tabaco y un cuerpo completo de un espíritu más viejo. Hay mucho carácter por el dinero.
Château du Tariquet Folle Blanche 15 años., 55.99 dólares
Uno para regalar a un amante de las maltas de Islay. Hay una cualidad ahumada y medicinal en la nariz; al igual que Lagavulin, combina la dulzura con el fuego. La pimienta se debe a que es 100% Folle Blanche.
La declaración de edad significa que el brandy más joven que hay aquí tiene 25 años. Es muy lujoso, con notas de creme brûlée, chocolate y tabaco. Magnífico.
Francis Darroze Domaine de la Poste 1980, 179.99 dólares
Francis Darroze no fabrica ningún brandy; encuentra barricas viejas de buena calidad, y luego las embotella y comercializa. 100% Ugni Blanc, es extraordinariamente armonioso, con capas de chile, vainilla, fruta y notas florales. Exquisito y, para una bebida espirituosa tan fina, es una ganga.
