Primero reclamó por la cuenta y luego llamó a la policía. Esto es justo lo que hizo Junko Shinba, una turista de visita en Singapur, cuando su cuenta ascendió a casi 1000 dólares por un poco de cangrejo.
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Mientras cenaba en el restaurante local Seafood Paradise, informó Asia One, Shinba supuestamente siguió el consejo de su mesero y pidió el Chili Crab, una especialidad en Singapur y Malasia, y el plato estrella del restaurante. Según Shinba, tenía la impresión de que el plato costaría 20 dólares. Lo que no sabía (una vez más, supuestamente) era que los 20 dólares eran por cada 100 gramos, y que el plato se iba a preparar con cangrejo real de Alaska, un crustáceo mucho más caro que los cangrejos de fango habituales del restaurante, los cuales se ofrecían como parte del menú de temporada.
Shinba alegó que no se le explicó adecuadamente el elevado costo al hacer el pedido, a pesar de que en el menú estaba detallado el precio por gramo. Paradise Group, la empresa propietaria de Seafood Paradise, se ha pronunciado al respecto y ha declarado a Asia One que el personal del restaurante les llevó el cangrejo real entero a la mesa antes de cocinarlo para asegurarse de que el grupo de turistas comprendía el coste real. En un comunicado, Paradise Group compartió que está “profundamente molesto por las afirmaciones inexactas hechas por este grupo de clientes”. Y añadió: “En Seafood Paradise y en todos los demás restaurantes del Grupo Paradise, mantenemos sistemáticamente un compromiso de transparencia de precios centrado en el servicio al cliente y la calidad de los alimentos. Nuestro personal hará todo lo posible por comunicarse claramente con los clientes y agradecerá cualquier consulta”.
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Sin embargo, Shinba dice que su grupo supuso que el cangrejo era sólo para presumir y que únicamente les servirían una parte en su comida, ya que no se les explicó específicamente que se cocinaría todo para su mesa y sólo para ella.
Les sirvieron casi dos kilos de cangrejo en tres platos colmados, además de los otros alimentos que habían pedido. El grupo de cuatro no pudo terminar la enorme cantidad de comida antes de que les dieran la cuenta. Ésta ascendía a casi 1000 dólares de Singapur. Shinba se negó a pagar y llamó a la policía, lo que dio lugar a un informe policial y a una discusión con los encargados. El gerente del restaurante ofreció un pequeño descuento y la cuenta fue pagada a regañadientes por los viajeros.
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Lección aprendida: hay que fijarse en las letras pequeñas y pedir aclaraciones si alguna vez hay confusión con los precios de un menú.
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