Una guía todo terreno para Valle de Guadalupe

Un plan para acercarse a las bondades de la región vía el campo:  entre asadores, paisajes bucólicos, noches estrelladas, mañanas con desayunos de campeones y los mejores quesos de la región. Para el antojo La cocina de Doña Estela En las mesas de Doña Estela —una institución del desayuno de campeones bajacaliforniano— impera la abundancia […]

julio 22, 2019

Una guía todo terreno para Valle de Guadalupe

Foto: Juan Pablo Tavera

Un plan para acercarse a las bondades de la región vía el campo:  entre asadores, paisajes bucólicos, noches estrelladas, mañanas con desayunos de campeones y los mejores quesos de la región.

Para el antojo

La cocina de Doña Estela

En las mesas de Doña Estela —una institución del desayuno de campeones bajacaliforniano— impera la abundancia y la buena sazón, esa que es típica de las cocinas de las matriarcas. El lugar se llena de comensales, locales y visitantes, que acuden a curar la resaca o llenarse el alma con platos de borrego tatemado, huevo en salsa o con machaca —nombrado por una publicación británica como el mejor desayuno del mundo, mundial. ¿Y cómo no? Si es un abrazo de proteína —. Todo se sirve con generosidad, frijoles bayos  y una porción de tortillas de harina para taquear hasta limpiar el plato.

Rancho San Marcos, Ejido el Porvenir

Finca Altozano

El humo de los asadores, una vista fotogénica a las montañas y un comedor —siempre engentado y festivo — son el marco de este proyecto del chef Javier Plascencia, un escenario en el que transcurren historias en simultáneo: celebraciones, comilonas en grupo, selfies con vista a los viñedos. Aquí la cocina del mar y la tierra tienen un feliz encuentro, ya sea en un plato de pulpo a la brasa (con soya, cítricos, jengibre, cilantro y cacahuate), un pollito tierno orgánico, o en tacos moncheros y golosos asados a la leña, como los de lengua y costilla, con cebollita morada y al menos seis salsas para acompañar.

Carretera Tecate Ensenada Km 83, fincaaltozano.com

Tortas La Lupe

Es un concepto en las vecinidades de la propiedad, un food truck para paradas ‘de pisa, selfie y corre’ de bocadillos hecho con pan casero y rellenos generosos. Palabra clave: carnitas.

Foto: David Flores

Experiencia imperdible

La Cava de Marcelo

Hay que reservar tiempo, y apetito, para visitar a Marcelo Castro, el propietario del rancho quesero más famoso de la región y el anfitrión de una experiencia campestre en el apartado Valle de Ojos Negros. El recorrido empieza por cubrir el proceso de elaboración del queso y un saludo a las vacas que pastan libres por los campos de la propiedad, hace una pausa en la heladería Ramonetti y termina con una degustación en la cava de Marcelo: un tasting que incluye quesos de diferentes maduraciones e intensidades: del ricotta, al natural con albahaca o pimienta hasta el que se deja en la cava por dos años. Para extender la experiencia hay un restaurante, especializado en platos que tienen al queso, o algún lácteo, como protagonista: como las sardinas curadas con jocoque —una receta prestada del chef Benito Molina— o una pasta servida en la corteza de un queso.

Carretera Ensenada- San Felipe Km 4

Vinícola para visitar

Vena Cava

Esta vinícola, al mando de  Phil Gregory —un veterano y enamorado de la región— es parte del grupo la Villa del Valle (pág. XXX) y un vecino de dos lugares garantizados para comer rico: el restaurante Corazón de Tierra y el food truck Troika. El lugar fue construido con los cascos (invertidos) de dos barcos y materiales reciclados por el arquitecto favorito de la zona, Alejandro D’Acosta. Es el lugar perfecto para probar la gama de vinos —cada vez más amplia— de Gregory: muy recomendables el Cabernet Sauvignon y el espumoso, un estilo de vino que se encuentra con mayor frecuencia en las vinícolas.

Rancho San Marcos, Toros Pintos s/n, Ejido Francisco Zarco, venacavawine.com

Para hospedarse 

Agua de vid

Foto: Juan Pablo Tavera

Aunque la vibra del Valle de Guadalupe es una invitación a internarse en la calma campestre, ‘en medio de la nada’, este hotel boutique está en el centro del todo, en el ajo de la vida enoturística de la región. Una propuesta que invita a la comodidad análoga (sin televisión en las habitaciones) y eco amigable (libre de plástico en sus amenities y prudente con el uso del agua) sin sacrificar el confort y la diversión. Este es el place to be los sábados por la noche —gracias a los tragos largos de su barra y la música del rooftop lounge, La Tintorera—.

Parcela 69, Gudalupe, aguadevid.com

Zingaro Hostal

Complementa la propuesta de hospitalidad del hotel con una zona de glamping, comodidades y una fogata al centro del todo como pieza de conversación.

Campera Star Watching

Ver el cielo estrellado desde la comodidad de una cama —cobijado, con una copita de vino en mano— es posible en las instalaciones de Campera, un alojamiento equipado específicamente para este ejercicio. En sus habitaciones-burbuja solo te separa una delgada capa de la naturaleza circundante. Ojo: las reservaciones se hacen a través de Airbnb.

Emiliano Zapata s/n, parcela 40, camperahotel.com

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