Masa, frijoles, salsas, queso, cilantro y cebollita picada es una de las mejores mezclas que hay y si está frito mejor. Aquí es donde entra el huarache, uno de los antojitos más representativos de la comida callejera de la CDMX.
Carmen Gómez, oriunda del barrio de la Luz en Milpa Alta, es la inventora del huarache. Carmelita, como le decían de cariño, se convirtió en un ícono del Mercado de Jamaica gracias a su invención.
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Después de quedar viuda, Carmelita sacó a sus 5 hijos adelante vendiendo comida. Con la ayuda de su hermana, puso un puesto sobre el canal de La Viga en los años 30. Sin embargo, por accidente practicando el arte de hacer tlacoyos y gorditas, Carmelita inventó el huarache.
De acuerdo a datos de la página Los huaraches Moctezuma, propiedad de la familia de Carmelita, dice que se le bautizó como “huarache” gracias a un albañil de la zona que lo pidió así, gracias a su similitud con los huaraches de cuero.
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A pesar de la amorfidad la masa, la clientela recibió bastante bien el invento y se empezaron a hacer populares. Posteriormente la cocinera se estableció en local en el Mercado de Jamaica.
Ahora sus bisnietos se hacen cargo del negocio y continúan haciéndole honor a su legado.