La fruta congelada es algo muy común en los supermercados y restaurantes de prácticamente cualquier país. Existe el mito de que la frutas congeladas no son buenas y que pierden sabor. Pero contrario a lo que se cree, en una reciente investigación el líder y fisiólogo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Gene Lester compartió con CNN datos muy claros: las frutas congeladas (como las del súper) preservan sus nutrientes incluso cuando el oxígeno se degrada. Esto sucede porque en los supermercados agregan nitrógeno y escogen las frutas muy maduras antes de hacer el proceso.
Otro testimonio en pro de los congelados, es del científico culinario Ali Bouzari, quien escribió un libro dedicado a los elementos esenciales de la comida. En él también ahonda un poco en temas que tienen que ver con la imposibilidad de conseguir productos frescos en alguna partes del mundo y explica como la única forma de consumir tanto frutas como verduras es congelándolas.
Puedes congelar prácticamente todas las frutas, como el mango, moras y duraznos que por lo general tienen temporadas cortas. Este método funciona como una buena alternativa para consumir frutas en cualquier estación del año.
Pero no es un tema sólo de científicos, muchos chefs alrededor del mundo invitan a los espectadores a probar distintas formas de congelamiento. Tal es el caso de Jamie Oliver —famoso chef inglés— que en una entrevista con The Strait Times, afirma que en las cocinas profesionales no se vería bien utilizar tantos productos congelados y que lo mejor es utilizar productos frescos. Sin embargo, cuando estamos en casa es diferente ya que por cuestión de costos, acceso, tiempos y temporadas es muy complicado mantenerse al día utilizando solamente productos frescos. Congelar no tiene nada de malo.
Pero ¿cuál mejor forma de congelar frutas?
Procura que las frutas estén en su punto (no muy maduras) para que tanto el dulzor, como las propiedades se mantengan al momento de meterlas al congelador.
La mejor manera de almacenarlas, es en un recipiente de tapa hermética y no en bolsas, ya que se abren y son poco prácticas.
Corta y porciona la fruta del mismo tamaño, esto ayudará a que no se congele en algunas partes más que en otra).
