Las garnachas son un alimento frito que se encuentra con facilidad en la calle y se consume a toda hora del día, para desayunar, comer o cenar. Es algo muy mexicano y que define gran parte de nuestra gastronomía y costumbres. Aquí algunos datos curiosos de las garnachas que tal vez no sabías.
El vocablo
Según el Diccionario del Español de México se define a la garnacha como “alimento del grupo de los antojitos, que consiste en una tortilla de maíz pequeña, frita en manteca, a la que se pone encima frijoles, salsa picante y trocitos de chorizo, papas o carne”. En términos coloquiales, es todo lo que sea de masa de maíz sumergido en alguna grasa y coronado con salsa, crema y queso.
Orígenes
Aunque su origen no está muy claro, de acuerdo con algunos historiadores las garnachas son producto del mestizaje: el maíz prehispánico y la fritura mediterránea unidos para saciar antojos.
En la CDMX, el nombre garnacha, puede referirse a tlacoyos, gorditas, quesadillas fritas, pambazos, tamales fritos, sopes o petroleras (un especie de huarache gigante con frijoles, carnitas y queso). De las pocas frituras que ostentan de portar el nombre como tal, son las garnachas de Orizaba o las istmeñas de Oaxaca.
En dónde se comen
Hoy en día, la garnacha ha llegado a ser tan popular que incluso se considera como el fast food mexicano. Las vemos en cada barrio, mercado, esquina y banqueta de la ciudad. Tiempo atrás decir “garnacha” era considerado como despectivo, se consideraba que estas frituras no eran un alimento digno de una mesa elegante.
Pero con el tiempo, estos alimentos ganaron popularidad sin importar el código postal. Incluso, muchos cocineros contemporáneos han dignificado su nombre en las cartas de sus restaurantes. Por ejemplo, Enrique Olvera siempre ha incluido elementos de la cocina mexicana de barrio a sus menús. En el viejo Pujol hizo una reinterpretación del taco de carnitas en una espuma o Alejandro Ruíz de Casa Oaxaca con sus garnachitas pato y queso oreado. También, Gerardo Vázquez Lugo en Nicos sirve sus famosas trancas (taquitos dorados de pollo), crujientes y bien sazonadas.
Como él, muchos restaurantes y cocineros incluyen cada vez más de estos platillos en sus menús. Ahora, un huarache de rib eye o unas gorditas istmeñas al centro, son los protagonistas de los banquetes en los restaurantes.
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Y aunque las garnachas estén presentes en las mejores cartas del mundo, no significa que aquellas de puesto callejero dejen de existir o se le demerite, simplemente están expandiendo sus horizontes.
Estas frituras de maíz coronadas con brillosas salsas, son parte fundamental de nuestra gastronomía y cultura chilanga. ¡Larga vida a las garnachas!
