Cocina simple: mi nueva forma de comer en cuarentena

Hoy hay nuevos canales de acceso a buenos ingredientes. ¿La ventaja de tenerlos? Al cocinar no hay que manipularlos demasiado.

abril 20, 2020

Cocina simple: mi nueva forma de comer en cuarentena

Foto: Carly Jayne | Unsplash

Es lunes otra vez. El tiempo se ha vuelto un tema relativo pero es lunes, en efecto, inicio de semana. Inicio de una semana más de reuniones virtuales, de trabajo remoto y distanciamiento social. Una semana más para comer en casa. 

Conforme pasan los días el interés de mi apetito cambia de direcciones. En la primera semana de la cuarentena iba con rumbo fijo a lugares con mucha mantequilla y a recetas que fueron una terapia ocupacional para el fin de semana.  

Hoy, libre de otras distracciones, más ajustada a una nueva rutina y más atenta a lo que dice mi cuerpo, mi apetito se ve atraído por platos más simples, y definitivamente, más prácticos. Así inicié un romance con los tomates —en ensaladas, en sopa, rallados sobre un pan con ajo y aceite—, con sándwiches de manzana y  pavo aderezados con una cucharadita de mayonesa con miel, con batidos de frutas para el desayuno o jarras de agua de jamaica con albahaca. 

Que no se malentienda: no estoy a dieta —no intento, pues seguir un estricto régimen alimenticio—. Creo que mi menú semanal responde al agotamiento que ronda nuestros días de encierro y que no quiero ver a la cocina como un reto, una misión o un proyecto. Quiero comer —cocinar, comprar— lo que me haga sentir bien, solo lo que me haga sentir bien. Así tenga cara de ensalada un día y torta de porchetta al otro. 

Alice Waters, de Chez Panisse, es una vocera veterana de la cocina simple y es quien, me parece, ha explicado mejor en qué consiste y por qué es tan placentera. “La buena cocina no es un misterio. No necesitas años de entrenamiento, ni equipo raro o costoso o un conocimiento enciclopédico de las cocinas del mundo. Solo necesitas tus cinco sentidos. Necesitas buenos ingredientes también pero, para elegirlos y prepararlos, necesitas experimentarlos por completo”, escribió en su biblia: The Art of Simple Food. 

Si algo nos trajo esta pandemia es el acceso a esos buenos ingredientes. Hoy existen más canales para llegar a esos productos frescos, limpios, estacionales y buenos. Hoy encuentran su paso hasta nuestra alacena vía esfuerzos de restaurantes, mercados o aplicaciones. 

La ventaja de tener estos ingredientes a la mano, dice Waters, es que no hay que manipularlos demasiado. No hay que disfrazarlos, o mejorarlos,  y por lo tanto son el mejor punto de arranque para planear un menú sin complicaciones y, en tiempos de cuarentena, de bienestar en la mesa.  

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