Probamos los exquisitos vinos de Bodegas Emilio Moro, cuyos nombres rinden homenaje al fundador y que encarnan a la perfección la tradición y el carácter de la marca. Estos vinos son elaborados con uvas Tempranillo provenientes de viñas de mediana edad y siguiendo un cuidadoso proceso. La fermentación tiene lugar en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, seguida de una crianza en barricas de roble francés y americano.
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En la cata, nos encontramos con un vino Emilio Moro de un llamativo y profundo color rojo granate que cautiva la vista. En nariz, se muestra serio y elegante, y a medida que evoluciona en la copa, se intensifican sus aromas complejos, donde el conjunto frutal sigue siendo la columna vertebral. En boca, se aprecia un cuerpo bien estructurado con taninos maduros y sedosos, un paso suave y un retrogusto prolongado que deleita los sentidos.
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Malleolus representa un punto de quiebre en la Denominación de Origen (DO) Ribera del Duero, ya que se desliga de la clasificación tradicional basada en el tiempo de crianza en barrica y se valora por su añada. Proveniente de una selección de majuelos con edades entre 25 y 75 años (los viñedos más antiguos de la bodega), este excepcional vino elaborado con uva Tempranillo destaca por su potencia y carácter, gracias a su sedosidad y elegancia en boca. Su versatilidad para maridar con asados y guisos lo convierte en un referente de la región de Ribera del Duero.
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Por su parte, Polvorete es un vino alegre, juvenil, divertido y fácil de disfrutar. Con su tonalidad amarillo pajizo, en nariz se perciben notas de frutas blancas características de la variedad, acompañadas de sutiles matices cítricos que aportan frescura. A pesar de su juventud, revela matices propios de la crianza sobre lías y una leve mineralidad. En boca, se destaca por su equilibrio entre acidez y cuerpo, un paso suave y un recuerdo agradable y refrescante. Polvorete es fermentado a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable.
El Zarzal, por otro lado, es un vino que se muestra fiel a la identidad varietal, sin perder su frescura característica. También fermentado a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable, este vino experimenta una crianza sobre lías en fudres de roble francés. Al observarlo, nos deleitamos con su color amarillo pajizo, y al llevarlo a la nariz, nos sorprende su expresividad y complejidad, con notas de fruta blanca típicas del godello, matizadas por el tiempo y su paso por madera. Además, se suman matices anisados de flores secas y una mineralidad propia de las grandes añadas.
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Polvorete y El Zarzal son parte de la gama de vinos blancos que Bodegas Emilio Moro ofrece, elaborados con la variedad godello y cultivados en sus viñedos en El Bierzo. La bodega se distingue por su arraigo a la tradición, su amor y dedicación a la cultura vinícola, con más de un siglo dedicado a la tierra, un gusto exquisito por los detalles y una gran capacidad para escuchar a la viña. Cada una de sus botellas lleva impreso el sello de su carácter y su profundo amor por el vino.
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