Los restaurantes de la CDMX han permanecido cerrados desde el 18 de diciembre, debido al semáforo rojo. Aunque en principio la medida duraría hasta el 10 de enero, la semana pasada tanto la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, como el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, anunciaron que el semáforo rojo permanecería tentativamente hasta el 17 de enero.
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Por su parte, los restauranteros de la CDMX lanzaron una carta pública titulada #AbrimosOMorimos, con un mensaje alarmante y una llamada de auxilio donde se consigna que más de 13,500 establecimientos han cerrado desde el inicio de la pandemia en la Zona Metropolitana del Valle de México. En la carta, firmada por miembros de restaurantes como Sonora Grill, La Docena, El Fogoncito, Antolina, Los Danzantes, Milk Pizzería, Bellini, Sesame, Bellopuerto, Grupo Toscano y Roldán 37, entre otros 500 establecimientos, se señala la necesidad urgente de la industria restaurantera para continuar operando incluso en semáforo rojo.
“La crisis de salud aún estará presente por un tiempo amplio. Si bien ya se empiezan a aplicar las vacunas contra el virus, el retorno a una normalidad aún se ve lejano, por eso es urgente emprender estrategias que definan la forma de operar los restaurantes aún en semáforo rojo, se trata de proteger le economía y la salud de manera equilibrada”, se lee en la carta.
También se señala que la situación actual es muy distinta a la del inicio de la pandemia, pues los ahorros y recursos económicos se han agotado, el periodo de gracia con los acreedores se ha terminado y deben continuar pagando impuestos, licencias, servicios, así como las nóminas de los establecimientos. Asimismo, se menciona que tan sólo en las últimas tres semanas de cierre por el semáforo rojo, hubo un incremento de 10% de los empleos perdidos a los que previamente se habían registrado.
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En una plática en vivo entre chefs restauranteros y dirigentes de la Canirac y la asociación civil Directores de Cadenas de Restaurantes (Dicares) en Sopitas, se señaló que la molestia del gremio restaurantero se debe a la falta de seriedad en cuanto a las fechas de apertura, así como a la desigualdad de rigidez y sanciones para el comercio informal.
Lula Martín del Campo, chef de Cascabel y Marea, comentó que los restauranteros sólo quieren la oportunidad de seguir manteniendo abiertas sus puertas para recibir a los comensales y preservar la cadena de valor y empleos que se generan dentro y fuera de los restaurantes. La chef de Cascabel refiere que los restauranteros merecen la oportunidad de demostrar que han sido y seguirán siendo responsables con los protocolos sanitarios y que puedan abrir los inmuebles, puesto que el ticket promedio de una mesa en el lugar no se compara con el que se genera a través de las aplicaciones de entrega a domicilio.
El chef Edgar Nuñez, de los restaurantes Sud 777 y Comedor Jacinta, refirió en la misma plática que los apoyos como la condonación al impuesto sobre la nómina que el Gobierno de la CDMX anunció el pasado viernes 8 de enero, no son un apoyo, sino un paliativo, puesto que ascienden únicamente a 2%. Además, apuntó que el semáforo rojo sólo ha aplicado para el gremio de los restaurantes, puesto que los supermercados y los comercios informales siguen recibiendo gente con normalidad y, de hecho, en ocasiones se encuentran saturados.
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Por otro lado, Francisco Fernández, presidente nacional de la Canirac, señala en una entrevista al canal FOROtv que “muchos de los restaurantes que forman parte de este gremio llegaron al límite y han decidido abrir sus puertas de manera unilateral”. Fernández explicó que la Canirac no está alentando que los restaurantes abran de esta manera, sin embargo, entienden la situación y apoyarán incluso legalmente a aquellos restaurantes que resulten afectados .
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Por su parte, José Alfonso Suárez del Real, secretario de Gobierno de la CDMX, comentó en una entrevista de radio con Ciro Gómez Leyva, que los restauranteros han sido invitados a sostener mesas de trabajo para combinar las necesidades de salud con las económicas. “Esto no ocurre porque la autoridad lo dice, sino porque la enfermedad lo obliga“, señaló.
El mandatario también indicó que actualmente el nivel de contagios se triplicó con respecto al último semáforo rojo, por lo que pidió tanto a los restauranteros como a la población en general ser congruentes con las medidas, y añadió que habrá sanciones para los restaurantes que abran al público. Las sanciones van desde una multa, la suspensión de actividades por tiempo definido, así como la cancelación de la licencia o permiso de operación, medidas que ha reiterado Clauda Sheinbaum en sus últimas conferencias de prensa.