Vino en lata: todo el sabor sin pretensiones ni ceremonias

Por una presentación fácil y práctica del vino en todo momento.

marzo 24, 2023

Vino en lata: todo el sabor sin pretensiones ni ceremonias

Foto: Vino RGMX | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

Imagínate esto: llegas a casa acalorado después de un día de trabajo agotador. Todavía tienes que ir al súper, sacar a pasear al perro y dejar lista tu ropa para el día siguiente. Pero antes de continuar con los deberes, abres la puerta del refri, tomas una lata bien fría de vino, te sientas en tu sillón favorito y —escuchas cómo se abre la lata— das el primer trago. Tu día es otro.

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Platicamos con algunos productores de vino mexicano que nos contaron por qué este empaque significa caminar hacia la sustentabilidad, la conservación del fermentado, la resignificación del consumo y, ¿por qué no?, del futuro.

Micha Micha

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Micha Micha | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

Cristina Pino y Keiko Nishikawa formaron un lazo especial desde que se conocieron: madres solteras, trabajadoras, dedicadas a sus hijos, directas, de carácter fuerte y malhabladas. Cristina es española, ingeniera agrónoma y enóloga, pero ya más ensenadense que cualquiera. Keiko es norteña y se ha dedicado a las relaciones públicas del vino mexicano por más de 10 años.

“El mercado del vino mexicano ha crecido en años perro”, afirma Keiko: “Lo que ha pasado aquí en 15 años pasó en 30 en Napa; y por eso decidimos lanzar este producto para promover el vino mexicano y ampliar el mercado”.

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Para Cristina, el interés por enlatar vino viene desde lo técnico, lo científico y la innovación: “El ritual alrededor de una botella de vino no se va a ir”, comenta la enóloga, “pero hoy la dinámica de la sociedad exige cosas más rápidas, y eso es una oportunidad para el vino en lata. Este empaque es reciclable, se enfría rápido, cabe en cualquier lado, el vino se conserva de la mejor manera. La lata es otra experiencia”.

Micha Micha, el vino que hicieron Keiko y Cristina, es un sauvignon blanc muy fresco con aromas tropicales, acidez viva, graduación alcohólica baja —lo que agiliza su consumo— y burbuja que incita a seguir bebiendo. Puede tomarse en cualquier ocasión: “Yo podría estar tomándome uno ahorita”, afirma Keiko.

Instagram: @michamichawines, precio: $120 MXN

RGMX

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RGMX | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

“En RGMX creemos en la mejora continua, y en mejorar tanto experiencias como productos”, explica Andrés Guajardo, director general de RGMX. “En la pandemia tuvimos que buscar opciones; las reuniones grandes se hicieron más chicas, se incrementaron los costos del vidrio y se complicó el abasto. Nosotros tenemos un viñedo en Nueva York y ahí ya enlatábamos vino, entonces lo lanzamos más rápido aquí”, elabora.

“La lata tiene muchas ventajas”, explica Guajardo, “el aluminio es uno de los materiales más reciclables: cuando tiras una lata a la basura vuelve a llegar a los anaqueles muy pronto, su transporte es más eficiente y esto se ve reflejado en el combustible. Como envase también tiene varias ventajas: es hermético y no entra la luz, que es un catalizador de reacciones, así como el oxígeno, y al no tener intercambio con éstos, el producto se conserva mejor”.

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Para Andrés, la lata es ideal para los vinos que están pensados para consumirse rápido, y en RGMX enlatan los mismos vinos que embotellan. “Nuestros vinos son tratados con técnicas de agricultura sustentable, y garantizamos tanto el control de la calidad como la expresión de las vides de Parras. Tenemos un rosado, un blanco con burbuja y un tinto; los tres van bien con la comida cotidiana o solos. Lo que buscamos con ellos es romper las barreras de acceso; al final todos servimos una cerveza de la lata a un vaso. ¿Por qué ponerle un pero al vino? La lata es solo un método de traslado y consumo”, puntualizó.

Para Andrés, una de las ventajas de la lata es la practicidad, misma que se vuelve tangible y coherente cuando el vino se bebe directo de la lata.

Instagram: @rgmx.mx, precio: $100 MXN

Rosadito

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Rosadito | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

Antonio Balassone nació en Venezuela y pasó una parte de su vida en Italia. Ahí conoció el vino en su expresión más tradicional. Tiempo después se mudó a California y entendió que el vino se adecúa al contexto, pues ahí la vida se hace en la naturaleza y las playas. Era el lugar indicado para que Antonio conociera el vino en lata.

Cuando Antonio llegó a México, en una de esas historias de amor de extranjeros que vienen de vacaciones y terminan quedándose en nuestro país, conoció a su socio, Noah Tovares, y emprendieron con una importadora de vinos, pero luego llegó la pandemia y con ella las dificultades en las exportaciones, lo que los dejó con la alternativa de la lata: “Queríamos enlatar solo rosado porque es el vino que nos gusta beber”, explica Antonio. Y así nació Rosadito, un nombre que ata a Antonio y a Noah a explorar todas las posibilidades del rosa.

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“Queríamos un rosado fresco con el estilo de los vinos del sur de Francia. Y también queríamos que nuestros consumidores notaran que entre un rosado y otro existe un espectro muy amplio”, comenta, antes de reflexionar sobre el futuro de la lata: “Las circunstancias geopolíticas empujan a la lata por la escasez de vidrio, la sustentabilidad y el bajo costo del aluminio y la practicidad del empaque. La experiencia en lata no tiene que ir encima de la experiencia en botella: hay tiempos para todo”, comenta.

Instagram: @rosadito.mx, precio: $120 MXN (presentaciones: 4 pack, por $475, y 24 pack, por $2,565 MXN)

Vinos en lata mexicanos

Lechuza

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Lechuza | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

Para Kristin Shute, propietaria y winemaker en Lechuza, la vinícola del Valle de Guadalupe, la decisión de enlatar se tomó como consecuencia del abasto de botellas, que se volvió un problema durante la pandemia: “Las botellas se agotaron por ocho o nueve meses; cuando las recibimos no podíamos encontrar cajas, la entrega de los corchos se retrasó y el peso se devaluó, haciendo que una transacción sencilla se convirtiera en una imposible”, nos contó: “Además, el mercado en México es cada vez más joven, ya hay espacio para vinos naturales o experimentales y para empaques diferentes. En Baja California, donde la vida es junto al grill, en la playa o en la alberca, era importante tener una opción de vino más fácil de transportar y para cualquier ocasión”.

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En Lechuza tienen tres opciones de vino en lata: un sauvignon blanc sin filtrar, seco, con una ligera burbuja, fresco, y perfecto para la cocina de la Baja. El Royal Blush carbonatado es una mezcla de cabernet, merlot y viognier que resulta en notas tropicales y florales; y el Pluma, un 100% nebbiolo en su presentación menos común: sin filtrar, para tomarse frío, con acidez y taninos presentes y, lo mejor: el intento de Lechuza por compartir una variedad que generalmente es poco accesible para muchos por su precio. Así, la lata acerca el vino al consumidor, tanto por su practicidad como por su precio.

Instagram: @vinoslechuza, precio: $120 MXN

Burbujas Pop

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Burbujas pop | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

“Hace diez años insistí en la distribuidora en la que trabajaba por traer vino en lata a México”, recuerda Alejandro Bello, uno de los socios y fundadores de Burbujas Pop, “pero la verdad es que no fue un proyecto exitoso; el mercado mexicano no estaba listo: de los 150 four packs que trajimos, solo se vendieron cuatro”.

Hoy la historia es otra. El primer lote de Burbujas Pop que Alejandro hizo junto con su socio, Hiram Cornejo, se vendió a los pocos meses de haber salido al mercado.

“El concepto de Burbujas Pop está inspirado en el arte pop que nació en los años 50 en Gran Bretaña, y en grandes exponentes como Andy Warhol, que llevó esa corriente artística a Estados Unidos”, explica Bello: “En el mundo, el arte pop terminó rompiendo estereotipos y acercó el arte a las masas de una forma transgresora que hacía frente a un mercado elitista. Nosotros queremos romper el paradigma del vino embotellado”, abunda.

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Para Alejandro, la industria del vino en México empezó al revés: “Países como Argentina y Chile se enfocaron primero en hacer volumen; en México hicimos vinos de alta gama con mucha extracción, barrica y complejidad. Pero si queremos crecer tenemos que hacer volumen y tener alternativas de transporte con facilidad. La solución es la lata, que puede llegar a las personas que no pueden o no quieren comprar un vino premium. Hay que recordar que hay malos vinos en botellas de vidrio y hay excelentes vinos en lata”, reflexiona.

Según Bello, otra ventaja del vino en lata es que el aluminio es 100% reciclable y se puede volver a usar infinitas veces. La botella de vidrio tiene algunos problemas: “Uno de los componentes importantes del vidrio es el silicio, que escaseó durante la pandemia y en algún momento se va a agotar. Además, con la lata reduces hasta 40% el impacto de la huella de carbono”, comentó.

Alejandro admite que el mundo del vino no está exento de pretensiones. “Los sommeliers tendemos a ser mamones, nos gusta tener la copa en las manos y analizar el vino, pero si quieres pasar un buen rato y refrescarte, la lata es ideal. Todas las ocasiones son adecuadas para un vino en lata”.

Instagram: @burbujas.pop, precio: $120 MXN

La Barbera y el Sireno tropix

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La Barbera y el Sireno Tropix | Foto: Juan Pablo Espinosa

Hace unos años la respuesta de Lulú Martínez Ojeda —directora, socia y enóloga de Bruma— sobre el vino en lata habría sido “primero muerta que enlatar”. Hoy lleva sus latas hasta a las fiestas infantiles. “Yo consumía lo clásico de lo clásico, y cuando empecé a ver vino en lata casi me da algo. Para mí la revelación fue en el Museo de Ciencias de San Diego. Fui con mis hijos y me tenían harta, entonces vi una lata de Txakoli y fue mi salvación. Me sorprendí de lo bien que estaba el vino, me lo podría haber tomado en una copa Riedel o en un restaurante de tres estrellas Michelin”, recuerda.

Y fue gracias a eso que Lulú decidió enlatar, además de que para ella era importantísimo que el cliente reconociera la calidad desde que viera la lata. Entonces diseñó dos latas divertidas con un concepto detrás, pero sin dejar de lado la elegancia: “Yo estaba pasando por una separación complicada y me corté el cabello; fue mi momento Britney, y mi mamá me dijo que si de por sí no se me daba eso de tener novio, con el pelo corto todos iban a pensar que era una machorra, y así nació la idea de La Barbera, una mujer femenina pero con barba. El Sireno Tropix puede ser el vato que está sentado en el sillón viendo el futbol con la mano en el calzón, pero tiene su onda femenina. Esos se volvieron los hermanitos.

La Barbera es un 100% barbera y el Sireno es un sauvignon blanc”. Cuando le preguntamos a Lulú si beber vino en lata no significaba sacrificar la experiencia de los aromas nos respondió tajante (y no sin cierto hartazgo en su tono): “No hay que equivocarse, catamos cuando trabajamos. El resto del tiempo tomamos vino. Sí es bonito lo efímero del vino, pero no todos los momentos están hechos para catar”.

Instagram: @brumavinicola, precio: $130 MXN

Easy fizzy

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Easy Fizzy | Foto: Juan Pablo Espinosa @elmonchis

“En Tierra de Peña nos enfocamos en la vinificación natural. Nos preocupa la utilización de recursos y comenzamos a enlatar por conciencia social”, explica Luis Fernando Aburto, encargado de las decisiones enológicas en Tierra de Peña.

“El 99% del aluminio se recicla en México, pero hay pocos procesos de reciclaje de vidrio de color. Además teníamos un vino blanco y queríamos que fuera práctico y fácil de tomar, quitarle la pretensión de la botella e incluso dar la opción de usarlo para coctelería, para llevártelo a un hike, a la playa o a un pícnic. Con la lata abrimos el espectro a otro mercado”, comenta.

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“Para Easy Fizzy buscábamos un vino fresco, e hicimos un Moscato seco, súper aromático y pisteable, perfecto para cuando llegas de trabajar y quieres tomarte una copa, pero no abrir toda la botella. Mi forma favorita de beberlo es con hielo, media lata de Easy Fizzy y la misma cantidad de vermut con una rodaja de naranja. O también lo puedes probar con Amaro y cáscara de naranja”.

Instagram: @tierradepena, precio: $100 MXN

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