En el marco de una crisis de salud mundial, entre medidas que apelan al distanciamiento y a quedarse en casa, los restaurantes han visto sus operaciones truncadas, modificadas, o del todo interrumpidas.
En paralelo han surgido iniciativas para ayudarles a sortear este clima de incertidumbre, para salir adelante y permanecer abiertos, con la promesa de procurar buenas experiencias cuando la vida pueda seguir su curso en los exteriores.
Stellar Collective se suma a la lista de iniciativas con una propuesta para ayudar a restaurantes en todo América Latina. Es, de acuerdo a sus organizadores, una solución “que busca proveer de financiamiento de emergencia a la industria gastronómica en la región” para solventar “operaciones inmediatas y el bienestar económico de sus comunidades, desde el agricultor hasta el comensal”.
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Para los comensales la iniciativa es una invitación a comprar una membresía que da acceso a un programa de beneficios —como acceso preferenciales a reservas, canales de acceso rápidos, servicio de conserjería y contenido especial—. “Quisimos crear una solución basada en la confianza y la lealtad, que pudiera ser sostenible y desarrollarse pasada la crisis, y que involucre directamente al comensal en la recuperación de la escena gastronómica” explica Juan Caiviglia, CEO de Meitre, una plataforma digital, que restaurantes del continente utiliza, entre otras cosas, para gestionar reservas.
Entre los 120 restaurantes que forman parte de esta red hay nombres laureados —como Quintonil y Le Chique en México, A Casa do Porco en Brasil y Malabar en Perú — y proyectos independientes como Villanos en Bermudas en Bogotá y Los Compas en Tijuana.
Los ingresos que se generen de las membresías Stellar Collective —que tienen un costo de $20 USD al mes o $180 USD al año— se reparten entre los restaurantes participantes para financiar sus gastos de operación o sus iniciativas sociales.
“Todo lo que podamos hacer para apoyar a los restaurantes es de utilidad” dice la chef brasileña Janaina Rueda, quien se une a esta red desde Sao Paulo. “Esperamos que el mundo cambie y sea más humano, menos enfocado en el poder, y creemos que este cambio solo lo podemos lograr juntos. Aún no sabemos cuándo o cómo regresaremos, pero sabemos que regresaremos”, concluye.