Siete experiencias imperdibles en San Cristóbal de las Casas

Estas son las siete experiencias que definitivamente no te puedes perder en tu próxima visita a San Cristóbal de las Casas
sombra del agua

¿Necesitas olvidarte del caos decembrino de la ciudad? Un fin de semana en San Cristóbal de las Casas, el pueblo mágico chiapaneco, bastará para sanarte.

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No hay duda que San Cristóbal de las Casas es uno de los pueblos mágicos más pintorescos y entrañables de México. Su arquitectura, historia, cultura y tradiciones lo hacen el destino ideal para desconectarte por completo. Aquí te dejamos una lista de siete experiencias para pasar un fin de semana inolvidable.

Sombra del Agua: hospedaje en San Cristóbal de las Casas

En toda travesía, necesitas un espacio para descansar, y Sombra del Agua es el lugar perfecto. Este hotel se asoma entre las coloridas casitas y a dos cuadras de la catedral. Su nombre rinde homenaje a uno de los poemas del chiapaneco Jaime Sabines, y está considerado como monumento histórico que data de 1907; inició como una hacienda y posteriormente se adaptó para poder brindar servicios de alojamiento.

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Hoy Sombra del Agua- inaugurado en 2017, tras una remodelación minuciosa que implicó dotarlo de detalles y decoración contemporánea- brinda experiencias de descanso para apapachar a los sentidos. Desde los espacios públicos como el jardín, hasta los restaurantes y las habitaciones

La vegetación que viste a sus rincones crea un ambiente de relajación y confort. Sus paredes blancas contrastan con las curiosas macetas en forma de caras que fueron fabricadas por la comunidad de Amatenango del Valle.

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Si viajas acompañado, la habitación king size de lujo es tu mejor opción. Una cama amplia para descansar con vistas a los jardines del lugar. Sin duda, Sombra del Agua es una gran alternativa de descanso en San Cristóbal de las Casas.

Tarumba: un festín de aromas, sabores y tradiciones

Este restaurante se encuentra dentro de la oferta gastronómica de Sombra del Agua. Ofrece servicio de desayunos, comidas y cenas, bajo una propuesta de cocina de origen a cargo del Chef Jorge Gordillo.

Foto: Claudia Luna

Para desayunar, tienes que probar sí o sí el omelette relleno de tinga de pollo, bañado en salsa de chipotle, frijoles molidos y calabazas al comal: puro abrazo matutino. También hay variedad de tamales (de azafrán, de chipilín o mole coleto), que puedes pedir para compartir al centro. Los huevos motul son otros imperdibles, están bañados en salsa tatemada, sobre tortillas rellenas con jamón, frijol y quesillo acompañado de chícharos, aguacate y molote relleno de queso Ocosingo.

Cafeología, un santuario al café

Cafeología es más que una cafetería, es todo un recinto al café. El proyecto lo fundó Jesús Salazar, Cafeólogo, impulsor y experto del café, que ha dedicado su trayectoria a apoyar caficultores chiapanecos, mejorando junto a ellos los procesos de cultivo, en busca de producir los mejores cafés. Y la prueba está en cada una de las bebidas de su menú.

Foto: Claudia Luna

Si eres cafetero de corazón y quieres conocer más acerca de la cultura del grano, prueba la degustación; es una experiencia muy enriquecedora y está guiada por un barista experto. Cuatro bebidas que te darán conocer las tres virtudes de la planta del café: una infusión de la flor, otra de la cáscara y una de los granos.

Iglesia de San Juan Bautista

A tan solo 25 minutos de San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula es uno de los lugares más llenos de magia que podrían existir en el estado de Chiapas. Para el pueblo Chamula, la religión católica tiene una fuerte presencia en sus vidas, sin embargo, los habitantes también son profundamente creyentes de las antiguas deidades mayas. Esto dio como resultado una mezcla muy característica en su fe.

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La iglesia de San Juan Bautista es el reducto de este sincretismo. Con su fachada blanca, impecable, adornada de detalles en color esmeralda. El templo se alza como uno de los símbolos más representativos del estado.

Foto: Claudia Luna

No hay palabras (no las más exactas) para describir lo que se vive al ingresar al templo. Para empezar, las fotografías en el interior están estrictamente prohibidas, te recomendamos guardar la cámara o celular para evitar molestias por parte de los guardias. Hay multas para quienes nos respeten esta regla. Esto te da una idea más cercana de lo que podrás vivir.

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Una vez dentro, lo primero que llamará tu atención es el brillo de cientos de veladoras encendidas en toda la iglesia. No hay bancas. Los pobladores oran en el piso, que está cubierto de hojas de pino o juncia, como lo llaman localmente. Del techo, negro por el humo de las velas, cuelgan unas cortinas y candelabros. El altar principal, dedicado a San Juan Bautista, sobresale al fondo, mientras que a los costados están formados varios santos adornados con listones de colores.

En parejas, solos o en familia, la gente acude a San Juan Bautista para orar con diferentes propósitos. Los rezos se acompañan de ofrendas de velas, todas pegadas al piso y acomodadas en diferente posición, dependiendo del propósito. También, las gallinas negras, huevos, coca colas y botellas de pox son parte de estos ritos.

Zinacantán

Ir a San Cristóbal de las Casas y no visitiar Zinacantán es como no haber ido. Este pueblo tzotzil, dedicado la tradición textil, es el más colorido y lleno de historia que podrás conocer. Los talleres familiares siempre están dispuestos a recibir a los turistas para enseñarles el valor y trabajo del telar de cintura.

Foto: Claudia Luna

En el pueblo de Zinacantán también se encuentra la iglesia de San Lorenzo, el Museo de Las Mujeres Tejedoras, donde comparten algunos de los símbolos y significados más comunes en los bordados de la localidad. Si este pasaje ya es bello, súmale los invernaderos de rosas, crisantemos y claveles. Spoiler, no vas a parar de tomar fotos, y mucho menos te vas a resistir a comprar algún textil: manteles, rebozos, bufandas, vestidos y bolsas de todos colores lo hacen casi imposible.

Caminata, museos y mercados

Caminar por las calles de San Cris también en imprescindible. Recorre los andadores principales (Avenida 20 de noviembre y Real de Guadalupe), donde el olor a café y elotes asados te conducirá hasta el Mercado Viejo de San Cristóbal; una parada obligada para conocer la diversidad gastronómica de la región. Te sorprenderás con las postales de ingredientes que te ofrece cada locatario: frutas, verduras, carnes y comida preparada.

Foto: Claudia Luna

Si andas con ganas de explorar sabores regionales, dale una oportunidad al agua de canela o el atole agrio, los encuentras en cualquier puestito del mercado. Con el ojo lleno, puedes tomar camino hacia el Mercado de Dulces y Artesanías, situado junto a la Iglesia de San Francisco, por si necesitas ir comprando los recuerdos para tu familia o amigos.

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A unos pasos de la plaza, también encontrarás la catedral de San Cristóbal de las Casas. Su fachada exhibe al arte barroco de la zona en armonía con el color amarillo y rojo de sus paredes. El lugar ideal para hacer la postal instagramera, ya que el atardecer es digno de compartirlo con tus amigos. Imperdible.

Barra San Juan

El fin de semana no estaría completo sin la experiencia de Barra San Juan, o barra de la memoria, como el chef Jorge Gordillo la llama. Una experiencia que te llenará todos los sentidos. Y el corazón también.  La cena se lleva a cabo frente al comensal. Se puede ver cómo el chef prepara una variedad de entradas, ensaladas, sopas y platos fuertes hechos con los ingredientes más frescos y de temporada, traídos desde el mercado local.

Foto: Claudia Luna

La puesta en escena de los ingredientes comienza con un comal de barro, donde se tateman tomates, chiles y tortillas hechas a mano por doña Irma.  El chef Jorge molcajeteará la salsa que acompañará al primer tiempo, mientras que Cristy, la mixóloga, te llevará el cóctel insignia de Tarumba.

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La velada continúa con un poemario de sabores: esquites y jilote con mayonesa de café, una ensalada de manzanas con fresa y vinagreta de guayaba, una sopita de calabaza rústica y un pescado en hoja de plátano. La tostada de cecina con ceniza de cacao, y el helado de maíz con frutas frescas cierran la velada en Barra San Juan. Una experiencia entre velas, sones chiapanecos, alfarería e incienso, que sabe a cocina de hogar y tradición. Te recomendamos reservar con anticipación. Para más información de clic aquí.

Instagram: @tarumba.mx

Otros puntos de interés

H.A.M: ¿Fan del tocino? Aquí encontrarás el mejor, te lo aseguramos. La tienda, de tradición familiar, elabora charcutería artesanal hecha a mano, desde jamón y salchichas hasta fuet. No te vayas sin probar su tabla de degustación. Instagram: @h.a.m.charcuteria

La Espirituosa: una tienda y mesa de degustación en la que podrás probar pox y comiteco, además de cerveza artesanal local, buena comida para acompañar, bebidas frescas y mixología de la casa. Instagram: @la.espirituosa

Cacao Nativa: la boutique de chocolate artesanal chiapaneco. Prueba sus diferentes variedades de cacao combinado con frutos secos, café o jengibre. Instagram: @caconativa

Club de Lechones: para comer unos tacos o unas gringas de lechón. Sin desperdicio. Instagram: @clubdelechones

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