Durante el confinamiento aprendimos muchísimas cosas inesperadas; eso pasa cuando el alcance de tu mundo se reduce repentinamente a los confines de tu hogar durante semanas y a las cosas que son tan intrínsecas al ecosistema de tu vivienda que simplemente coexisten contigo. De repente, y sin las distracciones de la rutina que tenías en los tiempos anteriores, tienes mucho tiempo para notar los objetos cotidianos, como tu prensa francesa.
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Sí, hay demasiada basura en el mostrador de la cocina y parte de ella debería ser desinfectada y empaquetada para ser donada. Pero si algo no hay que tirar es la prensa. Puedes ponerla a trabajar para prepararte una taza de té.
Tal vez sabías que tu prensa francesa hacía té, no solo café. Yo no lo sabía, y me sentí muy elegante cuando cambié de té en bolsa a hojas sueltas, pero esas hojas también pueden tener su grado de incomodidad. Las bolas para infusionar té son uniformemente miserables, las bolsas de muselina son un desperdicio, y si no tienes un inserto de malla para tu tetera, limpiar después de hacer té es un suplicio. Si ya tienes una prensa francesa (lo juro por mi té favorito), estás acostumbrado al nivel de alboroto y al método. Coloca tus posos u hojas, o incluso los elementos aromáticos como cáscaras y hierbas en el recipiente, vierte agua caliente y prepara tu infusión.
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Este es un gran método para hacer mucho té a la vez, y si tu bebida se enfría, viértela sobre un vaso con hielos y prueba el mejor té helado. No estoy sugiriendo nada de esto para privarte del ritual y la actividad de preparar el té taza por taza para pasar el tiempo, sino más bien para simplificar un poco tu vida.
Ah, y los aromáticos, las cáscaras y las hierbas también son deliciosas para beber. Nada te impide saquear tus gabinetes para buscar lo que sea que tengas ahí que pueda servir para saborizar tus bebidas: anís estrellado, nuez moscada, ramas de canela, granos de pimienta, vainas de cardamomo, comino tostado y semillas de alcaravea o de eneldo: cualquier cosa que sea lo suficientemente grande como para ser suprimida por el émbolo de la prensa francesa es un juego limpio. Si nunca antes has considerado algunos de estos como materia prima para bebidas, es solo porque la sociedad le ha impuesto límites a tu imaginación, ¿Por qué detenerse en el agua? Es comprensible: actualmente es el único líquido al que tienes acceso ilimitado, pero si tienes jugo, refresco, limonada o alguna otra bebida de sobra, caliéntala e infusiónala. Lo peor que puede pasar es una bebida algo desagradable. Pero tal vez descubrirás una infusión deliciosa.
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Pero en el mejor de los casos, encontrarás un hábito que puedes o no llevar contigo en tu vida futura y cuando seas viejo y marchito (deseo este destino para todos nosotros), los jóvenes se pregunten: “¿por qué mi tía abuela siempre está bebiendo esta extraña agua caliente con granos de pimienta de Szechuan? Entonces, tomarás una gran y dramática respiración, y les dirás a los pequeños que, cuando las cosas se pusieron difíciles durante y después de la pandemia del siglo, tú saliste adelante.
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