¿Qué tienen los cheesecakes japoneses y por qué son tan fluffys?

Este esponjoso pastel es uno de los postres insignia de la tierra del sol naciente
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El volumen y movimiento de los cheesecakes japoneses hipnotizan a cualquiera que vea un video de cómo los preparan. Su textura esponjosa, cremosa y suave nos hace pensar que a eso saben las nubes. Aquí un poco de su historia. 

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La receta Rikuro

Todo comenzó hace 34 años en la región de Kansai cuando el cocinero Rikuro Nishimura tuvo la idea de vender postres calientes que fueran recién horneados. Rikuro no era partidario de los lácteos pero al probar la combinación del queso danés con huevo y leche, cambió de opinión. Fue tal el éxito de su marca que el cheesecake japonés se convirtió en uno los postres insignia de la ciudad de Osaka.

Los cheesecakes se hornean durante 45 minutos e inmediatamente después se colocan en contenedores para sellarlos con el logo de la marca. A partir de ese momento se colocan en vitrinas. En promedio, cocinan 12 porciones completas cada cinco minutos. Con la finalidad de tener un control de calidad en sus productos solo se encuentran 6 sucursales en todo Japón.

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¿Por qué son así de esponjosos?

Los cheesecakes japoneses tienen una textura más esponjosa que las tartas de queso tradicionales. Esto se debe a la técnica de batir las claras de huevo por separado antes de incorporarlas a la mezcla. Al fondo colocan un puño de pasas que ayudan al balance entre lo dulce y salado. Puedes comerlos calientes para que se derritan en tu boca o fríos para una consistencia más cremosa.

Otras variedades

Marcas como Uncle Tetsu, Pablo o Bake crearon una variedad similar de este pastel con un toque personal y aunque para probarlos debes volar al país del sol naciente, es un buen pretexto para organizar el siguiente viaje.