5 preparaciones que demuestran que en México amamos los frijoles

¿Cuál de estas es tu forma favorita de comerlos?
frijoles

Probablemente es uno de los ingredientes que más damos por sentado en nuestra cocina. Están presentes en los desayunos y comidas, casi siempre como un acompañante, pero la realidad es que los mexicanos y los frijoles tenemos una estrecha relación desde la era prehispánica. Esta larga historia nos ha dado la oportunidad de encontrar muchas formas de prepararlos. Y como no queremos entrar en debate sobre cuáles son los más representativos o los mejores del país, mejor les contamos de varios estilos que destacan en distintas regiones.  

Frijoles charros

Su nombre viene de la época de los charros y la zona en que habitaban (el norte del país). Aunque ahora utilizar casquería es una tendencia, antes la necesidad y escasez de comida hacía que fuera la norma a la hora de cocinar. Así es como surge este plato que va con frijoles —usualmente bayos— chiles secos, ajo, cebolla, chorizo, tocino y/o salchicha, le dejan el caldito, para que los comas como una reconfortante sopa y a veces hasta le ponen un poco de chicharrón crujiente al final, para que no te quedes con hambre.

Frijoles refritos oaxaqueños

En esta zona tienen una sazón especial que usualmente viene de agregar hoja de aguacate u hoja santa a la preparación. Los frijoles negros se ponen a cocer a fuego lento por mucho tiempo, hay quienes también les ponen chile de árbol y una vez preparados los fríen (casi siempre en manteca de cerdo aunque se puede usar aceite) y los muelen.

Frijoles con veneno

Este platillo es del norte del país y para prepararlo también necesitas hacer un asado de cerdo. En esta zona utilizan frijoles bayos aromatizados con hojas de laurel, también los cosen lentamente, para que quede un caldo espeso. Ahora viene el veneno, que en realidad es la grasa que sale del asado de puerco adobado. La grasa con los aromas del chile del adobo es utilizada para freír los frijoles, hasta que queden bien espesos, con una costrita en las orillas. En algunas zonas incluso le agregan queso Chihuahua.

Frijoles de la olla

Estos son los frijoles caldosos que son tan comunes en las casa mexicanas, cocinas económicas y más. La preparación cambia según la receta de quien lo prepare, pueden ser frijoles bayos, negros, ayocote, pinto, vaquita o cualquier otra variante. Los ponen a hervir en agua, agregan alguna hierba aromática de preferencia —puede ser laurel, perejil, hierba santa, hoja de aguacate— y los dejan cocer por horas. Su consistencia caldosa va muy bien en una enfrijoladas, con arroz o así, solitos.

Sopa Tarasca

De Michoacán llega esta sopa en la que los frijoles de la olla son la base (casi siempre hechos con frijoles negros). A estos les agregan chile serrano picado, queso cotija, jitomate y trozos de tortilla frita. Es una entrada pesada, pero la verdad muy reconfortante.