Edo López, fundador y director del grupo Edo Kobayashi, es un empresario y cocinero originario de Tijuana, que desde hace diez años busca compartir con perfección y cuidado su herencia nipona por medio de restaurantes que trasladan a los comensales a una verdadera experiencia de comida japonesa.
Edo desarrolló un inevitable amor por la comida desde los primeros años de su vida. Estuvo rodeado de la gastronomía de Baja California: pescados y mariscos frescos, abulones, burritos de langosta y la cocina china de Mexicali, a lo que se suman las frecuentes visitas que hacía con su familia a distintos restaurantes.
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Los viajes que realizó desde joven a diferentes regiones del mundo fueron también un elemento crucial para crear un vínculo inquebrantable con la comida. La primera vez que probé un guisado hecho con caguama me cambió la vida. Me gustó cocinar desde que en un viaje paramos en un dinner de esos gringos y me comí un grilled cheese, eso fue lo primero que aprendí a hacer cuando era niño, platica Edo.
En un punto de su vida tuvo la intención de estudiar en el Cordon Blue en Pasadena, pero en ese momento no era muy común ni tan bien visto que los hombres se dedicaran abiertamente a estudiar y ejercer la gastronomía. Fue así como cedió ante la presión familiar y estudió una carrera más convencional, optó por Comercio Exterior y Aduanas. Me dio miedo tomar una decisión como esa en aquella época, cuenta.
Siempre he pensado que llegué tarde al mundo de la gastronomía. Muchos de mis colegas llevan 15 o 20 años El grupo y yo llevamos apenas diez. Entonces se empezó tarde en la carrera y de alguna forma fue un volado, porque no es como que fuéramos a cambiar la escena gastronómica. Un cocinero muy amigo mío, mientras cocinábamos juntos, me preguntó por qué no me aventuraba a abrir un restaurante, ya que siempre le hablaba con mucha pasión sobre comida y de los diferentes restaurantes que conocía en los viajes, agrega.
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Durante el verano de 2013, después de algunos cambios radicales en su vida, Edo abrió el primer restaurante que, sin saberlo, daría inicio al grupo: Rokai, un izakaya que, más que improvisado, lo operaban sin el conocimiento necesario para manejar un restaurante. No fue un hit de inmediato, buscábamos la pesca del día y anotábamos el menú en una hoja; no teníamos recetario, era sólo una barra con dos freidoras y una hornilla, comenta Edo al recordar el inicio del restaurante y del grupo.
Como consecuencia de la curiosidad por su herencia nipona y los viajes que hizo a Japón con su hermano, conoció restaurantes, estilos regionales y platillos únicos, se generó en él una necesidad de aprender más, buscar los mejores ingredientes para preparar platillos, algunos traídos directamente de Japón, y compartir una muestra de la verdadera cocina japonesa en México.
Desde el inicio la intención, que hasta el día de hoy persiste, es que cada uno de los restaurantes se centre en un solo estilo de cocina; el primero, Rokai, un izakaya; Rokai Ramen, de ramen; Hiyoko, especializado en Yakitori; sushi en Iwashi y Kyo. Todos son distintos, especializados, y cada uno cuenta con una personalidad única.
Desde la apertura de Rokai, Edo y el grupo Kobayashi han creado nuevos proyectos de manera constante, aproximadamente dos por año. El equipo ha crecido exponencialmente, y a la fecha el grupo está conformado por más de 20 restaurantes en México, Estados Unidos y España, con una plantilla de más de 230 personas.
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Aunque abiertamente no se consideran como fine dining, para ellos el elemento principal es la calidad que se experimenta hasta en el más mínimo detalle que vive cada comensal. Las experiencias para los visitantes se crean en conjunto. Se piensan, se planean y se ejecutan en equipo, buscando siempre el bienestar del grupo y del invitado, nos explica Edo, quien habla en plural sobre el origen de los proyectos y los platillos.
En la experiencia se busca tener buenas cosas, desde la materia prima hasta la cristalería, la vajilla y las sillas. Yo prefiero comprarme unos muy buenos platos o muy buenos cuchillos, en lugar de unos tenis o hasta un coche, cierra al preguntarle sobre la atención al detalle en cada uno de los restaurantes que conforman el grupo.
Bienvenidos a Little Tokyo
Little Tokyo comenzó como un apodo. En la colonia Cuauhtémoc de la CDMX, hay una gran variedad de restaurantes japoneses y la embajada de Japón se encuentra a sólo unas cuadras. Si en muchos lugares existen zonas llamadas barrio chino o barrio coreano, ¿por qué no habría un barrio japonés? Así que comenzamos a llamarlo de cariño Little Tokyo, explica Edo al hablar sobre el crecimiento culinario de un par de cuadras dentro de la colonia Cuauhtémoc, donde se han abierto grandes propuestas de comida japonesa y oriental con muy buenos resultados.
A mí me gusta apoyar a los proyectos nuevos que se abren en Little Tokyo, porque yo así lo sentí, a mí me apoyaron, aunque a veces yo no me sentía preparado. Recuerdo que venía Elena [Reygadas], que era siempre la más expresiva, así como Enrique [Olvera], que también me apoyó mucho al inicio, expresa Edo al recordar la evolución del barrio.
Más información en edokobayashi.com
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