En sus gestos, en su habla y en su mirada limpia, se aglutinan más de tres siglos de historia de una familia dedicada a la viticultura y a la producción de vinos. Fue su antepasado Josep Raventós quien creó el primer espumoso español, siguiendo el método champenoise, con uvas autóctonas del Penedès: xarel·lo, macabeo y parellada, en 1872. Así nació lo que, con los años, se denominaría cava.
Elena de Carandini es una mujer extremadamente atenta, culta y simpática con todos, sin distinción de origen o condición. Pertenece a la decimosexta generación de la familia y, como tal, pasó por el ritual de iniciación de todos los Raventós. “Tras mi bautizo, mi abuela me dio unas gotas de cava de la familia. Nadie en casa escapa de esta tradición”, cuenta risueña.
En manos de la familia Raventós (cuya saga se inició con el enlace entre Anna Codorníu y Miquel Raventós en 1659) está el grupo Codorníu, que reúne 15 bodegas en distintos territorios. Una de ellas es Raimat, fundada por Manuel Raventós, bisabuelo de nuestra protagonista.
Tras mi bautizo, mi abuela me dio unas gotas de cava de la familia. Nadie en casa escapa de esta tradición”- Elena de Carandini.
“¿Sabías que mi bisabuelo apostó en 1914 por la economía regenerativa, algo impensable en su época? Se adelantó cien años. Analizar todos sus pasos ha sido mi fuente de inspiración”, cuenta De Carandini, visiblemente emocionada. Ella no está vinculada a la producción de vino en ninguna de las bodegas del grupo, aunque es socia como el resto de su familia. Gracias a su pertenencia a la familia, tuvo ocasión de conocer de primera mano otros proyectos vinícolas. “Conocer Napa Valley fue un antes y un después. Me dejó fascinada. Y, desde luego, las personas que conocí y todo lo que aprendí fueron clave para lo que he desarrollado en España en los últimos años”, afirma.
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Fundación Comunitaria Raimat Lleida, por y para la comunidad
Su vertiente filantrópica la llevó a adquirir el Castell de Raimat, donde se encuentra la sede de la Fundación Comunitaria Raimat Lleida, que preside desde 2022. “Con la Fundación buscamos reforzar el entorno con la ayuda del tejido empresarial y de personas que propongan iniciativas innovadoras que dinamicen el territorio de forma sostenible”, sostiene la presidenta.
“Estoy muy orgullosa de todos los proyectos que llevamos a cabo. Una de las iniciativas más celebradas es la formación de tractoristas en colaboración con la empresa John Deere, destinada a personas en riesgo de exclusión social. En un entorno rural como Raimat y gran parte de la provincia de Lleida, los tractoristas están muy demandados. La Fundación ofrece una formación técnica muy valiosa que supone una oportunidad laboral para quienes la cursan”, comenta entusiasmada.
Raimat Art Festival (RAF): el pilar que lo sustenta todo
Hermanado con el Festival Napa Valley, el RAF sustenta la labor colaborativa de la Fundación, además de ser una de las manifestaciones culturales más importantes de la provincia de Lleida. Con la puesta en marcha del Raimat Art Festival (RAF), enfocado en la música clásica, se recaudan fondos para la Fundación a través de amigos, protectores, patrocinadores y mecenas del propio Festival. Estos fondos sirven para emprender programas de acción social, biodiversidad, cambio climático, cultura e innovación. Este último se materializa a través del LAB JOVES, que fomenta la participación de los jóvenes, impulsando el emprendimiento y la filantropía comunitaria, además de celebrar los Premios Talento Joven ODS de Lleida. El Festival también recauda fondos mediante su cena de gala benéfica.
Sobre la implicación del Festival Napa Valley, De Carandini afirma: “Creamos sinergias entre nosotros; también compartimos artistas y nos apoyamos mutuamente. Para los artistas, es una gran oportunidad. Por ejemplo, la soprano barcelonesa Serena Saénz tuvo la oportunidad de debutar en Estados Unidos gracias a esta alianza y, por supuesto, a su enorme talento”.
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RAF es un festival anual (se celebra desde 2022, siempre a principios de octubre) que no solo festeja la música y la cultura en general, sino también la regeneración económica y cultural de la comunidad leridana. Además de la música clásica, principal protagonista del Festival, RAF incluye gastronomía (con la feria Taste of Lleida, con productos agroalimentarios regionales), vino y arte, creando un impacto positivo en el entorno.
El vino es lo que permite todo”.- Elena de Carandini.
“Estamos muy concienciados en minimizar la huella ambiental del Festival, por ello devolvemos el agua utilizada en la edición anterior, doblando la cantidad”, asegura la filántropa. Esto es posible gracias a las desaladoras de Acciona, socio indispensable para que Raimat Art Festival sea el primer festival ‘water positive’ del mundo.
Sobre el vino, me queda una pregunta en el tintero: ¿cuál es su papel en esta historia? “El vino es lo que permite todo”, concluye.
Sigue a la autora: @alexandrasumasi
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