
La obsesión por los vinos naturales, el kéfir, la kombucha o la sidra es gracias a su sabor burbujeante y funky en boca. Atrás quedaron las fechas decembrinas para comprarla, esta es una bebida que en cuanto la pruebas, sabes que está viva.
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Julien de Bellaigue (del restaurante Superette) cuenta que no hay diferencia en el proceso de producción del vino, lo que cambia obviamente es la fruta que se utiliza para lograrla. Ambos procesos de fermentación ocurren de manera espontánea. De hecho, hay marcas que producen sidra de pera y las más arriesgadas utilizan yuzu o albahaca.
El proceso para producir sidra es similar al del vino. Después de cosecharlas se muelen y se prensan para extraer el jugo. La oxidación, que puede ser natural o con un agregado de levadura, transformará el azúcar en alcohol. Una vez que la fermentación se haya detenido por completo, comienzan los trasiegos para clarificarla. Luego sólo queda envasarla y disfrutarla.
Julien recomienda maridarlas con crepas y galettes, debido a que permiten un balance entre el acibarado de la masa de la crepa de sarraceno y el amargor de la manzana.
¿Dónde tomarlas?
Superette
En la esquina que solía albergar un mini súper, ahora se busca conquistar los paladares con auténtica cocina del noroeste de Francia y una extensa lista de sidra.
¿Qué pedir?
Sidra rosada de Maison Sassy de Normandía
Dirección: Av Michoacán 181, Colonia Condesa
Galette Café
Este espacio ofrece crepas libres de gluten a todas horas del día. Ideal para ir a comer después de visitar el Museo dOrsay.
¿Qué pedir?
Sidra artesanal de Verger de Trévérec
Dirección: 2 Rue de lUniversité, París
Botanica Restaurant & Market
Un spot en Los Ángeles de cocina vibrante donde los vegetales son los protagonistas del menú.
¿Qué pedir?
Cider/Cider de Nueva York
Dirección: 1620 Silver Lake Blvd, Los Angeles