Las cuetlas son básicamente orugas o larvas de mariposa que crecen y se desarrollan en un árbol llamado pochote. Su consumo es típico en la región mixteca poblana, se cuecen y suelen servirse en tacos.
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Este platillo prehispánico también conocido como chiancuetla o tepolchichic, comienza con la recolección de las larvas. Para ello se debe trepar los árboles o usar un carrizo, aunque la tradición indica que deben colectarse específicamente con las manos para que tengan un buen sabor. Los recolectores suelen dejar algunos ejemplares para que su reproducción continúe y no se rompa el equilibrio ecológico.
Una vez colectadas, las cuetlas se “depuran”, lo que significa que se dejan reposar para que expulsen las suciedades y se depuren. Después se cuecen en agua con sal y enseguida se ponen a secar durante ocho horas. Finalmente, se tuestan en un comal o se fríen, se sirven en tortillas de maíz hechas a mano y se acompañan de una tradicional salsa de molcajete, generalmente con chile pasilla.
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La temporada de cuetlas coincide con la temporada de lluvias, cuando las larvas aún no pasan al capullo y siguen en estado de larva. Si bien son un platillo exótico que a primera vista no puede ser demasiado atractivo, su sabor es delicioso, similar a los chapulines y son una opción saludable que aporta proteínas, minerales (como hierro) y vitaminas (principalmente vitamina B).
Además de Puebla, las cuetlas son un platillo de la gastronomía tradicional de otros estados como Guerrero, Veracruz y Chiapas. Durante la temporada suelen encontrarse fácilmente en los mercados y ferias locales. Su precio oscila entre los $150 y $300 MXN por medida.
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